El estrés es un fenómeno común en la sociedad moderna y puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y cognitiva. La respuesta de lucha o huida del organismo está relacionada con cambios físicos en el cerebro debido al estrés. El estrés crónico, causado por preocupaciones laborales, problemas personales y presión social, afecta la memoria, la concentración y provoca esas sensaciones en la que ‘te despistas’, de forma frecuentes.
Sin embargo, existen soluciones para gestionar y reducir el estrés. El ejercicio físico regular, la meditación, el mindfulness y el apoyo social son estrategias efectivas. Además, prácticas de relajación como la meditación, el yoga, la relajación muscular progresiva y la respiración profunda pueden aliviar el estrés.
6De la insignificancia a la prioridad: la importancia de comprender y gestionar el estrés
La correlación entre el estrés y los cambios físicos en el cerebro es una llamada de atención crucial. Es fundamental que la comprensión y gestión pasen de ser algo insignificante a una prioridad absoluta. Es imprescindible comprender que combatir el estrés no debe ser una acción ocasional y reactiva, sino un enfoque continuo integrado en la vida cotidiana.
Para lograrlo, es necesario cultivar prácticas de relajación, realizar actividad física para liberar la presión y aplicar otras técnicas de reducción del estrés para contrarrestar sus efectos negativos. Tomar medidas proactivas, puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y física, y mejorar nuestra calidad de vida en general.
