El estrés es un fenómeno común en la sociedad moderna y puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y cognitiva. La respuesta de lucha o huida del organismo está relacionada con cambios físicos en el cerebro debido al estrés. El estrés crónico, causado por preocupaciones laborales, problemas personales y presión social, afecta la memoria, la concentración y provoca esas sensaciones en la que ‘te despistas’, de forma frecuentes.
Sin embargo, existen soluciones para gestionar y reducir el estrés. El ejercicio físico regular, la meditación, el mindfulness y el apoyo social son estrategias efectivas. Además, prácticas de relajación como la meditación, el yoga, la relajación muscular progresiva y la respiración profunda pueden aliviar el estrés.
2Estrés y memoria: el impacto en la formación de recuerdos y el tamaño del cerebro
Recientes investigaciones han revelado que el estrés puede tener un impacto significativo en la capacidad del cerebro para formar y almacenar nuevos recuerdos. Bajo una intensa presión, esta función cognitiva crucial, puede verse seriamente comprometida. Además, un estudio reciente realizado por la Facultad de Medicina Johns Hopkins en Baltimore, publicado en Neurology, ha revelado un descubrimiento sorprendente: el estrés crónico puede causar una reducción física en el tamaño del cerebro, y no solo afectar la memoria.
Este hallazgo sugiere que no solo tiene efectos a nivel funcional, sino también estructural en el cerebro. El encogimiento cerebral asociado con el estrés crónico puede tener implicaciones significativas para la salud cognitiva y el bienestar general.