Este es el peor estreno de una serie que se recuerda y que puede terminar de hundir a Telecinco

En un desastroso debut televisivo, la serie «Mía es la venganza», ha dejado a los espectadores boquiabiertos en el peor sentido posible. Con una calidad cuestionable desde el primer episodio, esta serie se ha convertido en el fiasco televisivo de la semana y podría llevar al canal a un nuevo nivel de decadencia.

A pesar de la indulgencia que normalmente se otorga a las producciones diarias, «Mía es la venganza» ha superado todos los límites de tolerancia. Desde una trama predecible hasta diálogos forzados y actuaciones deslucidas, la serie rezuma un aire de cutrez que resulta difícil de ignorar. Los televidentes se encuentran desencantados y la crítica ha sido implacable, catalogando a la serie como un ejemplo perfecto de lo que no se debe hacer en televisión. Con un estreno tan desafortunado, se plantea la pregunta: ¿Podrá Telecinco recuperarse de este golpe a su reputación?

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Entre la previsibilidad y el desprecio: Reflexiones sobre ‘Mía es la venganza’ y la estrategia de ‘la nueva Telecinco

Es cierto que los espectadores saben a lo que se exponen al ver una serie que retrata la dinámica entre ricos y pobres, como es el caso de «Mía es la venganza». Sin embargo, la previsibilidad excesiva de los acontecimientos resulta sumamente aburrida. Aunque Lydia Bosch nunca ha sido considerada una gran actriz, convertirla en la matriarca implacable de un culebrón puede considerarse una idea interesante.

Del mismo modo, intentar refrescar la parrilla de la cadena sustituyendo un programa extravagante como «Sálvame» por programas supuestamente más «normales» puede ser una buena estrategia. Sin embargo, resulta cuestionable si imitar lo que hace la competencia es una decisión acertada, especialmente si se hace de manera inferior. La sensación de que todo vale y de que todo da igual está siempre presente en «Mía es la venganza». Esto roza el desprecio hacia los espectadores, algo que «Sálvame» nunca hizo.