El pastel de cabracho es de esos platos que no son lo que parecen. ¿Por qué? Parece que es viejuno, pero el sabor es para morirse en el alto. Sublime es poco. Es una adaptación del tradicional pudín de merluza vasco y sirve para servir como un delicioso entrante que nos haga meternos a todos en el bolsillo. El creador de esta maravillosa receta que pasamos a exponer es Juan Mari Arzak, la sacó a la luz en 1971. Ha desbancado de un plumazo al de merluza, que sirvió como inspiración.
6Llenamos el molde
Metemos la mezcla en el molde y lo metemos directamente en el horno más grande. Rellenamos el molde grande con agua hasta que esté cubierta más o menos la mitad del molde pequeño. Precalentamos el horno a 150 grados opción arriba y abajo por 1 hora. Pasados los 30 minutos pasamos un palillo como si de un bizcocho se tratara. Cuando salga limpio significa que ya está lista. Cuando esté frío lo llevamos a la nevera.