La undécima edición de MasterChef ha llegado a su fin, dejando un sabor de boca agridulce entre sus seguidores. Esta temporada se caracterizó por audaces experimentos culinarios y giros inesperados, pero también por polémicas que generaron controversia.
El protagonismo de Luca, un concursante con estrategias y actitudes cuestionadas, dividió la opinión de la audiencia y creó un ambiente tenso. Además, el balance en audiencias fue más bajo que en temporadas anteriores, lo que ha generado preguntas sobre el atractivo del formato. A lo largo de la competencia, se experimentó una mezcla de emociones entre los seguidores, quienes siguieron de cerca los desafíos y las habilidades culinarias de los concursantes.
8Un menú que cautivó a los jueces y espectadores
Eneko ha sorprendido con su primera elaboración titulada «El amor», un tartar de carabinero inspirado en su primer viaje a Tailandia junto a su pareja. El reconocido chef Mauro Colagreco, invitado especial en la final, quedó impresionado por el sabor que transportó directamente a Bangkok. En su plato principal, titulado «La familia», Eneko optó por un pichón cocinado a baja temperatura, una técnica elogiada por Colagreco por su audacia. Eneko reconoció que al formar una familia se inspiró en la figura de sus padres, por lo que decidió homenajear las tradiciones en esta parte del menú, optando por sabores más cercanos en lugar de especias exóticas.