Hay recetas que siempre sorprenden por su capacidad de deleitar a todos los comensales. El flan, en este caso, es uno de esos postres clásicos, como sucede con las tartas, que nunca pueden faltar para ponerle el broche final a una buena comida.
Sin embargo, si eres amante de lo clásico, pero estás pensando en innovar, lo puedes hacer siguiendo este paso a paso tan sencillo. En este caso, lo prepararás con un ingrediente adictivo: la leche condensada.
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5Continúa montando las claras y mezcla
En el paso anterior has usado tan solo las yemas de huevo. Ahora, es el momento de trabajar también con las claras que han sobrado. Móntalas a punto de nieve con una batidora de varillas poniéndola a velocidad alta. Cuando tengas las claras montadas, mezcla todo bien con una espátula. Realiza movimientos envolventes con el objetivo de que el volumen no baje en ningún momento. Ya lo tienes todo listo para cocinar tu flan.