Hay recetas que siempre sorprenden por su capacidad de deleitar a todos los comensales. El flan, en este caso, es uno de esos postres clásicos, como sucede con las tartas, que nunca pueden faltar para ponerle el broche final a una buena comida.
Sin embargo, si eres amante de lo clásico, pero estás pensando en innovar, lo puedes hacer siguiendo este paso a paso tan sencillo. En este caso, lo prepararás con un ingrediente adictivo: la leche condensada.
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2Prepara el baño maría y dora el azúcar
Cuando tengas todos los ingredientes listos, es el momento de empezar a preparar tu flan. Para ello, prepara el baño maría colocando el horno a 180 grados. Introduce una fuente con agua hasta la mitad de cara a que se vaya calentando. Después, coloca en un cazo los 125 gramos de azúcar, así como la cucharadita de agua, a fuego fuerte. En este punto, es importante no remover el azúcar. Tan solo aguta el cazo para que se vaya mezclando bien y cogiendo color por todas partes. Cuando veas que se ha dorado, retira del fuego y vierte el caramelo dentro de la flanera. Reserva y deja que se enfríe.
