Génova ha dado instrucciones a Manu Reyes y Daniel Sirera para evitar que Xavier Trias levante el bastón de mando en la Alcaldía de Barcelona. De esta manera, los socialistas volverán a beneficiarse de su bajo perfil, incapaz de aglutinar votos ante la caída de Ciudadanos. Los ‘populares’ de Barcelona, a las órdenes del alcalde de Castelldefels y del ex miembro del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), cometerán el mismo error que hizo Manuel Valls en 2019 al otorgar la Alcaldía de Barcelona a Ada Colau.
Los socialistas no sólo han arruinado Barcelona, con una mayor inseguridad y un caos en la movilidad, sino que también han atacado a los comerciantes, bares y restaurantes, así como al propio turismo, del que depende el 30% del PIB de Barcelona.
«En ningún caso se dará opción a Trias de volver a la Alcaldía de Barcelona», han afirmado fuentes de los ‘populares’ de Barcelona, quienes quitan hierro al debate. No obstante, los socialistas son aún muleta del independentismo, como muestran los pactos con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en las Diputaciones de Lleida y Tarragona.
GÉNOVA VUELVE A FIARSE DEL PSC PESE AL CORDÓN SANITARIO
Mientras los ‘populares’ juegan con las cábalas y números, el PSC trata de llevarse ahora bien con todos, a excepción del PPC, con quien tiene aún vigente el pacto de desalojarlos de cualquier ente público si es posible, independientemente del pacto que se alcance. Muestra de ello es cómo los propios socialistas echaron a Xavier García Albiol de Badalona, un territorio que ha reconquistado el propio alcalde eliminando las siglas del PP en una campaña diseñada como si de un cantón se tratara bajo el lema ‘badalonisme‘.
La misma estrategia ha seguido el PP en Lleida, con la que se han conseguido cinco concejales. Sin embargo, ni mucho menos los ‘populares‘ lograrán entrar en esa alcaldía pese a sumar la mayoría absoluta y devolver el constitucionalismo en las instituciones.
El PP entregará así los votos a cambio de nada, un regalo como el que hizo Valls con Ada Colau. De hecho, la única imposición es que Colau no toque poder en Barcelona, como si los votos de los ‘populares’ fueran clave en la próxima votación del 17 de junio. Y es que, si hubiera pacto entre socialistas, ‘comuns’ y ERC, el PP de Barcelona sería prácticamente residual.
SIRERA PIDE AL PSC GARANTÍAS COMO SI FUERAN DE FIAR
«Deberían darme garantías de que después de las elecciones generales, no me encuentro a los de Ada Colau en el gobierno municipal», ha asegurado Sirera sobre esta entrega de votos a los socialistas. Si algo sabe el PP, y más la marca en Cataluña, es que el PSC no es de fiar. Los socialistas están cerrando acuerdos con los Comuns, a excepción de Barcelona ante las exigencias y disparatadas propuestas de Colau, como alternar la Alcaldía de la ciudad durante los próximos cuatro años.
Para Sirera no se trata de un regalo de votos a los socialistas de Jaume Collboni y ERC, que tendrían el bastón de mando con el apoyo de los ‘populares’. Es decir, no entregan la Alcaldía al independentismo de derechas, sino que se lo entregan a quienes han intentado romper España con el golpe del 1-0, una postura que no se entiende en absoluto ni por su electorado ni tampoco por algunos de los dirigentes de la formación azul.
«No regalamos votos a nadie. Sabemos que con el señor Collboni y con Esquerra tenemos diferencias, pero también hay muchos puntos en común», ha afirmado quien fuera miembro del CAC. El PP de Barcelona debiera bien alejarse del PSC lo máximo posible, más cuando saben que las traiciones siempre vienen cuando menos lo esperas.
TRIAS, INDEPENDENTISTA PERO AGLUTINA EL VOTO CONTRA COLAU
Trias, por su parte, espera que no haya pacto alguno para poder retomar el poder municipal. Se trata de un voto contra precisamente Colau y Collboni, cuyos actos son de sobra conocidos, con la pérdida de hasta ocho proyectos de calado para la Ciudad Condal. El voto a Trias, a pesar de haber militado en CiU y ser un reconocido independentista, pondría cierta normalidad en la segunda ciudad más importante de España, revertiendo numerosas medidas que han convertido a Barcelona en un caos circulatorio, con una pérdida importante para los comerciantes de los ejes afectados.
Sin embargo, en el PP de Barcelona no olvidan los pactos del Majestic, cuando CiU, con Jordi Pujol a la cabeza, y Trias como su fiel escudero, exigieron la cabeza de Alejo Vidal-Quadras pese a dar al PPC una de sus representaciones más importantes en Cataluña, con hasta 17 diputados en el Parlament. Fue entonces la mejor marca de su historia, superada casi una década después con los 19 diputados de 2012. El Gobierno de José María Aznar accedió a esta petición de CiU para ganarse el favor de los soberanistas catalanes en las elecciones del 1996.
Desde entonces, el PPC fue dando tumbos, perdiendo representación en la sociedad civil y favoreció la irrupción de Ciudadanos, extinto ahora ante la polarización entre la derecha y la izquierda. Los votantes ‘naranjas’ siguen huérfanos, tal y como muestran los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo. La formación ha pasado de los 99.452 votos de 2019 a los 7.366. El PPC ha incrementado su apoyo en las urnas en un 62% en estos pasados comicios, hasta los 61.300 votos, mientras que Vox ha obtenido 37.937 y Valents, de Eva Parera, otros 15.411.