La nebulosa en torno al caso de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, y su aterrizaje en España de forma fugaz para encontrarse con José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, sigue dando oxígeno al socialista. Fuentes del PSOE han confirmado a MONCLOA.com que el que también fue secretario de Organización del Partido Socialista irá en las listas pese a todas las opiniones que sobre él circulan en la formación. Desde el grupo aseguran que la razón por la que se le sigue haciendo hueco en el partido tiene más que ver con las deudas pendientes que hay con Ábalos por su actuación cuando era ministro que con su valor político. El Delcygate sigue siendo clave por las consecuencias que podría tener para el Gobierno, razón por la que quieren atar todos los cabos sueltos.
Ya llamó la atención estas últimas semanas en Ferraz que José Luis Ábalos, convenientemente en silencio durante meses, empezara a aparecer en los medios de comunicación hablando sobre cuestiones de partido. Desde el PSOE fue interpretado como una llamada de atención por parte del socialista para que le aclararan si iría en las listas o no. El PSOE no ha tardado ni una semana en avisar al exministro de que contarían con él para evitar mayores problemas. Y desde entonces el silencio mediático se ha vuelto a apoderar del exministro de Transportes. Ábalos irá en un buen puesto en las listas y seguirá con su salario de diputado, algo con lo que contaba y algo que nadie en Ferraz se atreverá a quitarle.
La razón por la que Ábalos sigue siendo una pieza fundamental para el PSOE, según fuentes de Ferraz, tiene más que ver con su silencio que con su valor político. Tanto es así, que desde el Partido Socialista empiezan a salir voces que aseguran que ya sabían que esto pasaría y lo explican con el ejemplo de que nadie de su equipo en Transportes fue cesado con él, sino que han aguantado toda la legislatura a pesar de que Raquel Sánchez ha tenido pretensiones de nombrar nuevos cargos de confianza. La razón tiene que ver sobretodo con el Delcygate, aunque el paso de Ábalos como gestor del partido también ha ayudado a que el PSOE se haya replanteado mantenerle en las listas en las próximas elecciones del 23 de julio.
En el PSOE no quieren ni oír hablar del Delcygate porque son conscientes de que podría debilitar considerablemente su credibilidad. Todos recuerdan ese momento en el que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, aterrizó en España para, sin bajar aparentemente del avión (aunque hay quien entiende que sí acudió a la sala de autoridades) entregó presuntamente unas maletas llenas de oro al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, para dejarlas en el país. La Guardia Civil cercó, según informaciones del cuerpo, el mismísimo avión y entonces hubo un problema de proporciones desconocidas. Todo para que años después todos los agentes políticos implicados en el caso sigan con puestos de responsabilidad además de que el propio ministro consiga revalidar su puesto en las listas electorales del 23 de julio.
El caso Delcy Rodríguez sigue envuelto en una nebulosa que el PSOE quiere mantener. Hubo altos cargos que ascendieron tras el incidente: de controlar las cámaras de vigilancia del aeropuerto de Barajas a comisario, por ejemplo. Otros directamente se han mantenido en el puesto pese a las continuas confrontaciones con la Guardia Civil. Y otros consiguieron puestos que nada tenían que ver con su preparación: de portero de un club a consejero de Renfe. Y todo como consecuencia de un aterrizaje del que nadie tiene certezas pero sí sospechas.
