La llegada de Mercedes González a la dirección de la Guardia Civil, tras la renuncia de María Gámez, ya comienza a generar las primeras fricciones con los uniformados, que se quejan de las «abusivas» jornadas laborales a las que están siendo sometidos los uniformados del servicio Marítimo, pues desde el pasado 1 de abril comenzó a regir una nueva orden de jornadas de trabajo de 24 horas, lo que ha provocado consecuencias para toda la plantilla.
De acuerdo con los Funcionarios de la Asociación Unificada de la Guarda Civil (AUGC), esta situación ha ocasionado que casi la mitad de la plantilla de los uniformados del Servicio Marítimo de baja, debido a las extenuantes jornadas laborales a las que son sometidos. Esto sin contar con que la institución ha decidido que, a pesar de las 24 horas que deben trabajar, solo les pagan 15 al costo que corresponde y que las otras 9 horas restantes solo se las pagan con 3 euros cada una.
«Desde AUGC denunciamos que aproximadamente el 50% de los miembros del servicio marítimo se encuentra de baja debido a las condiciones laborales impuestas. Esto es inaceptable y pone en peligro la efectividad del servicio. Las condiciones de trabajo excesivas, la falta de descanso adecuado y la escasez de personal han llevado a una situación insostenible. Nuestros compañeros merecen condiciones laborales justas y seguras», señalaron los uniformados de la AUCG a través de una nota de prensa que fue enviada a los medios de comunicación.
Los uniformados reclaman a Mercedes González que tome medidas urgentes con la intención de que se garantice el bienestar de quienes están destinados a cubrir las áreas que le corresponde al Servicio Marítimo, debido a que de persistir esta situación, se pondrá en riesgo la calidad del servicio que se está prestando los uniformados, debido al desgaste físico que suponen estas jornadas de 24 horas continuas.
Reclaman a la directora general, Mercedes González, que tome medidas urgentes para abordar el problema y garantizar el bienestar de los agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil. «Instamos urgentemente a la Dirección General de la Guardia Civil soluciones urgentes para estos guardias civiles afectados y restablecer la confianza en el servicio marítimo de la Guardia Civil», expresaron los uniformados a través del comunicado de prensa que enviaron.
Sobre esta situación ya los uniformados han mantenido reuniones con la directiva del organismo para hacer las advertencias correspondientes, debido a que además a los funcionarios que han estado de baja los han «sancionado» con más horas de trabajo, por lo que califican la situación que está ocurriendo en las regiones donde se debe prestar el Servicio Marítimo como un «reino de taifas», porque los mandos superiores conocen de primera mano lo que está pasando y no atienden los llamados de los uniformado que se están viendo afectados.
Al final, la situación se ha visto agravada debido a que las órdenes van y vienen y se contradicen entre los mandos superiores y la dirección de la institución, sin tomar las decisiones necesarias para poner orden y garantizar las condiciones de trabajo más acorde a lo que consideran los uniformados que debería ser.
La realidad es que, según fuentes de la institución, que cada uno de los jefes de las unidades está haciendo lo que considera, lo que tiene a los uniformados confundidos y a la espera de que se tomen en cuenta sus denuncias con la intención que se establezcan las directrices para garantizar la prestación del servicio.
Faltan ingenieros navales
Otro de los problemas que denuncian los funcionarios que prestan servicio en las zonas costeras es la falta de ingenieros navales que hay dentro de la institución, debido a que no hay suficiente mano de obra experta para poder gestionar todas las embarcaciones que hay dentro de la Guardia Civil y que por lo tanto, los que hay están recargados de trabajo.
Los uniformados advierten que dentro de ese cuerpo de seguridad manda más el cargo militar que los conocimientos que pueda tener algún experto, con lo cual, si hay un Guardia Civil, aunque sea ingeniero civil, tiene que acatar las ordenes de un oficial, aunque este último no tenga la titulación ni la experiencia, por lo que esta situación pone en desventaja a los profesionales.