ChatGPT ha dado mucho que hablar a lo largo de los últimos tiempos, ya que el chatbot de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI ha conseguido revolucionar diferentes ámbitos. Mientras otras empresas como Google (con Bard), Samsung o Microsoft trabajan en sus propios chatbots, una nueva polémica salpica a ChatGPT y ha dado la vuelta al mundo.
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Para entender lo sucedido es necesario remontarse al 27 de agosto de 2019, cuando en un avion de la aerolínea Avianca, un ciudadano llamado Roberto Mata viajaba desde el Salvador a Nueva York, cuando uno de los azafatos golpeó su rodilla con un carrito metálico. Molesto por lo sucedido, decidió presentar una demanda. Después de que la aerolínea presentase al juez federal de Manhattan su solicitud para que desestimará el caso, los abogados de Mata se opusión.
Para argumentarlo, Steven A. Schwartz, del despacho Levidow, Levidow & Oberman, elaboró un completo informe de diez páginas en el que citaba seis precedentes judiciales. EL problema es que cuando los abogados de Avianca buscaron las referencias indicadas, no pudieron localizarlas, y tampoco lo pudo hacer el juez. Y es que el contenido era impreciso o inventado, y todo ello fue porque el abogado en cuestión utilizó ChatGPT.
