El brownie es uno de los postres que derriten a cualquiera que los pruebe. Cuando vamos a cualquier sitio chulo a comer es prácticamente imposible que no lo ofrezca como postre o a la hora de la merienda en una cafetería de renombre. Su textura, sabor y hasta aroma nos transporta a los lugares fantasiosos que siempre hemos querido visitar. Consigue incluso cambiar el humor de aquel que lo comer. Rico y esponjoso, ¡siempre triunfa!
5El primer paso para comer un brownie de lujo
Un brownie de lujo se consigue estando en los detalles. Para empezar, dejamos los ingredientes preparados antes de comer. Precalentamos el horno a 165 grados y engrasamos o cubrimos con papel sulfurizado un molde cuadrado de 20 cm de lado. También puede tener otra forma, pero este suele ser el estándar. Derretimos la mantequilla con el cacao en polvo y removemos a fuego lento. La masa tiene que quedar suave y homogénea, sin grumos. Retiramos y dejamos que se enfríe.