Una de las mejores sensaciones que hay es la de sentir la piel sana y tersa, como la de un bebé. Esto es relativamente fácil en épocas de temperaturas bajas, donde tenemos “control” sobre las temperaturas que hay en nuestro cuerpo.
Pasamos menos tiempo al aire libre, por lo que solemos estar en ambientes donde se regula la temperatura. Este contexto y buenos hábitos pueden ayudar a que la piel permanezca sana. Sin embargo, en verano, estación que está a la vuelta de la esquina, resulta más complicado que la tez permanezca en buenas condiciones.
9El té verde, amigo de la piel sana y agua, infaltable
La piel sana está marcada por el té verde, rico en polifenoles, que cuentan con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Mezclado con hielo y limón puede convertirse en la opción más refrescante del verano. Por último, pero no por ello menos importante, nunca hay que olvidarse de tomar agua y mantenerse hidratado o hidratada.