Con el Consejo General del Poder Judicial les cuesta más, pero con Indra se han puesto de acuerdo relativamente rápido. Quizá el que no estén las cámaras puestas sobre el proceso tiene mucho que ver, pero lo cierto es que los nuevos nombramientos de Indra (especialmente uno), una de las empresas estratégicas más importantes de España, han sacudido la vida interna tanto del PP como del PSOE. José Vicente de los Mozos, presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA por la gracia de Pablo Casado, ha sido nombrado consejero delegado de Indra. Fuentes del PP y del PSOE tienen claro que este nombramiento tiene una vertiente política importante. José Vicente de los Mozos, íntimamente ligado al Partido Popular y a Alberto Núñez Feijoo, ha sido nombrado con el «apoyo» del Gobierno (pues tiene el 28% del accionariado de Indra); un nuevo acuerdo que pronostica el acercamiento entre PP y PSOE y las pretensiones de Feijoo de no dejar Indra lejos de los ojos de su partido.
Esta noticia ha sacudido los partidos por varias cuestiones. La primera, el que alguien tan ligado al Partido Popular (primero a Pablo Casado y luego a Alberto Núñez Feijoo) y que además es uno de los «favoritos» para ser ministro con el presidente del PP haya sido nombrado consejero delegado de Indra con el visto bueno de la SEPI (la rama del Gobierno con la que mantiene participaciones en esta empresa clave para el país). La segunda, el hecho de que hayan dejado libre un puesto clave para Isabel Díaz Ayuso, el de presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA. Las únicas dudas que surgen ahora en el PP es si este nombramiento implica que José Vicente de los Mozos sea uno de los favoritos de Feijoo para ocupar un ministerio (el de Industria, Comercio y Turismo, sobretodo), algo que no tienen claro ni en Génova ni en otros sectores populares.
Indra es una empresa clave tanto para el Gobierno como para los partidos. Que la SEPI, que depende del Ejecutivo, haya ampliado sus acciones hasta el 28% es toda una declaración de intenciones. El nombramiento de José Vicente de los Mozos no habría tenido lugar si el Gobierno se hubiera opuesto, pero lejos de eso, han creado una oportuna directiva perfectamente equilibrada: el consejero delegado tiene una tendencia más popular y vinculaciones claras con el PP; y el presidente, Marc Murtra, tiene una tendencia socialista acreditada por su pasado político y por las relaciones que aún mantiene con el PSOE; fue director de gabinete del entonces ministro de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de España Joan Clos.
No es casualidad que la directiva de una de las empresas más importantes de España donde el Estado tiene el 18% del accionariado esté tan equilibrada a nivel ideológico y de afinidad política. El PP no iba a dejar al azar esta situación y esta negociación se ha saldado con estos nombramientos. De los Mozos siempre ha mantenido una buena relación con Alberto Núñez Feijoo que ahora se ha fraguado con un puesto de mucha relevancia. En el PP y en el PSOE tienen claro que la mano de la negociación del Partido Popular está presente, pero no tanto qué significa esto. Hay voces en Génova que insisten en que este nombramiento podría significar que se ha puesto fin a las pretensiones de que José Vicente de los Mozos se convirtiera en el nuevo ministro de Industria de Feijoo; y unas voces más minoritarias lo entienden como un distanciamiento entre el presidente del PP y el todavía presidente de IFEMA dado que implica que no será ministro. En cualquier caso, la influencia política de este nombramiento es clave.
Al mismo tiempo, han entrado otros agentes al accionariado que han levantado sospechas de todos los colores (especialmente por su relación con un exministro socialista) que también auguran cambios importantes en Indra. Pese a que haya partidos como Vox que han vertido duras acusaciones contra esta compañía, lo cierto es que para el PP y el PSOE es una auténtica obsesión el mantener cierto control por una empresa que consideran estratégica para el país.
