El ministro José Luis Escrivá está al borde de un ataque de ansiedad, si tenemos en cuenta su última aparición en el Congreso contra la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra. Aún así, parece que esto no ha hecho más que empezar. Ya advertimos en MONCLOA.com que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, había reconocido a nivel interno que las medidas adoptadas por el Gobierno para la sostenibilidad de las pensiones eran un parche. Pero ahora el Banco de España ha puesto fecha a la «utilidad» aproximada de ese parche. En 2025 será necesario aplicar nuevos impuestos para darle apariencia de sostenibilidad al que ya es el mayor gasto de las arcas públicas. El ministro de Seguridad Social no estará previsiblemente para entonces; pero el Gobierno lo ve como un problema para más adelante. Como dicen en política: cuando lleguen a ese río, cruzarán ese puente.
El Banco de España ha asegurado que habrá que buscar más dinero en 2025 si queremos un sistema de pensiones relativamente sostenible. Ahora, el Gobierno ha metido mano en los salarios, especialmente en los de los más ricos. Sin embargo, el dato que se ha lanzado no ha satisfecho a nadie en el Ejecutivo. No al menos entre los socialistas que sí que hacen alarde de un perfil institucional. Desde Ferraz hay mentes pensantes del PSOE que tienen claro que el sistema de pensiones no es sostenible, pero les sorprende más que un ministro al que consideran «sensato» como Escrivá esté tomando decisiones cortoplacistas como la de asumir que la reforma de las pensiones es un parche temporal que solo durará un par de años. Y todo eso con Europa ojo a vizor.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha reconocido que, en el fondo, las pensiones no son del todo sostenibles. Se ha aplicado una reforma del sistema, pero lo cierto es que la subida del 8% de las prestaciones en las pensiones es algo especialmente desestabilizador para un plan que el propio ministro reconoce que tiene lagunas. Ahora mismo, desde el Gobierno no se pueden permitir el lujo de hablar de insostenibilidad porque las elecciones están a la vuelta de la esquina.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ve «poco margen de ajuste» en la mejora de la sostenibilidad del sistema de pensiones, puesto que se pactó con la Comisión Europea, pero se ha mostrado abierto a «valorar» elementos que tengan que ver con «la equidad del sistema» y con «ajustes paramétricos» durante su tramitación como proyecto de ley.
A esto hay que añadirle la nueva información publicada por el Banco de España. Esta institución asegura que en 2025 las pensiones volverán a estar en un punto de no retorno y que hará falta de nuevo otra reforma para hacer que el modelo aguante y se sostenga. El problema es que el PSOE no quiere abordar una reforma de estas características porque entienden que sería contraproducente en pleno año electoral. Pero que Escrivá haga defensa a capa y espada de este parche ha sorprendido aún más en el PSOE porque reconocen fuentes de Ferraz que es un «furibundo» defensor de que el actual sistema es completamente insostenible.
Por su parte, el aviso del Banco de España no ha pillado a contrapié a José Luis Escrivá. La institución sostiene que, tras los últimos cambios aplicados por el ministro, el sistema de pensiones «deberá afrontar mayores obligaciones de gasto a largo plazo que no han sido plenamente compensadas por el lado de los ingresos», tal y como se ha podido ver en un informe publicado esta semana por el Bando de España.