Eduardo Madina, uno de los socialistas más respetados, tensa los ánimos en Moncloa. La falta de candidatos a suceder al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el puño de hierro que ha ejercido en el PSOE ha obligado a los socialistas a mirar «fuera» para ver qué futuro le espera a su partido. Por el momento, Eduardo Madina se mantiene en un segundo plano como tertuliano, pero llevan meses insistiendo en su vuelta en Ferraz y ahora que las encuestas «aprietan» a Pedro Sánchez, ha aumentado otra vez el ruido en torno a Eduardo Madina y su regreso a la política. El problema es que Madina no es del agrado de Sánchez, de hecho, en Moncloa creen que está siendo más crítico de lo esperado y el líder del PSOE rechaza la idea de que sea el sucesor.
Madina no es sanchista. Pero la vuelta de uno de sus amigos y compañeros del lado contrario, Borja Sémper a la política (y la grata opinión que tienen de su trabajo en Génova), ha llevado a más de uno a plantearse su vuelta como una vía «perfecta» para suplir a Pedro Sánchez. Que el presidente del Gobierno quiere marcharse a Europa, preferiblemente como presidente de la Comisión Europea, es algo con lo que todos cuentan en el PSOE, pero que no haya posibles candidatos a sustituir al presidente ha llevado a más de uno a poner los focos en las apariciones de Madina en la SER y otros medios de comunicación. La sola idea de Sémper y Madina como líderes del PP y el PSOE se ha dejado caer en más de una ocasión tanto en Ferraz como en Génova y gusta.
El PSOE quiere a Madina. Perdió contra Pedro Sánchez en su momento en las primarias y tras esta debacle se apartó de la política. La sensación en Ferraz acompañada por esas encuestas que auguran que el PSOE caerá de los 100 diputados es de que se cierra un ciclo. Y las maletas de Sánchez en la puerta del palacio no ayudan a que los socialistas no estén alarmados con la búsqueda de un nuevo candidato. Fuentes de Ferraz aseguran que de momento a Madina se le ha tanteado con timidez. Aseguran que cada vez que tiene un encuentro amistoso con miembros de su partido le piden (y cargos importantes) que se plantee su vuelta para liderar el PSOE y ser el candidato.
Eduardo Madina, de momento, se mantiene en sus trece de que está al margen. El problema es que la vuelta de Madina tensa en Moncloa. Fuentes de Ferraz aseguran que el presidente del Gobierno tiene toda la intención de dejar un sucesor que gane las primarias elegido directamente por él. La obsesión de Pedro Sánchez por controlar la sucesión es el único obstáculo de un Eduardo Madina que es visto por muchos como el sucesor perfecto del presidente. Ya se pensó sobre este asunto en su momento, pero el PSOE ahora mismo tiene mucho más que ver con el PP de los años 90 que con un partido donde se permita la disidencia interna. Y más si se trata de hablar de asuntos como la salida de Pedro Sánchez del partido.