La alcachofa es ingrediente que no todos se atreven a incluir en sus preparaciones. Hay que saber cocinarla, pero una vez que se conocen recetas irresistibles puede convertirse en tu mejor aliada. Hay una elaboración de flores de alcachofa confitada que puede reconciliar a los que siempre han repudiado esta planta con las recetas que tienen que ver con ella. Es una técnica que ni el mismísimo Arguiñano puede igualar. ¡Vamos a verla!
2Cómo hacer la preparación de tus sueños
Comenzamos limpiando bien las alcachofas, dejándolas enteras para cocer. El proceso es sencillo. Hay que dejarlas “blanquear” en agua hirviendo junto con harina, mantequilla, limón y sal por 5 minutos. Escurrimos bien y confitamos en AOVE sin superar los 80 grados. Tras estos pasos, las dejamos enteras y pasamos por la pancha con delicadeza, aplastando para que tomen la forma de una flor. Otra opción en abrirlas en dos y pasarlas por la plancha o no. En ambos casos es opcional.