Los callos a la madrileña son uno de los platos más famosos de nuestra gastronomía. Todos los que pasan por nuestro país tienen que probarlo. Cuenta con un sabor muy característico, por lo que no todos quedan conformes después de probarlo.
Aunque algunos optan por comerlo en restaurantes, donde les cobran un pastizal, otros prefieren hacerlo en casa, donde pueden comer hasta hartarse y sale por el módico precio de 4 euros por persona. Para que no te vean la cara, te contamos cómo hacer esta receta que te recargará de energía una y otra vez, con sus 320kcal por cada 100 gramos.
4Primer consejo: dejar preparados todos los ingredientes
Antes de comenzar a crear esta preparación, debemos tener todos los ingredientes preparados a fin de que sea fácil hacerlo y mucho más rápido. A diferencia de otras elaboraciones culinarias, que solo necesitan unos minutos previos, comenzaremos la noche anterior. Dejaremos la pata en trozos, los callos y el morro en remojo con agua y vinagre dentro de la nevera.
También pondremos en remojo la uña de cerdo con su codillo. También dejaremos el remojo en agua el zumo y las pieles del limón. La carne del estómago de ternera y la pata quedarán desde la noche anterior. Esto facilitará la limpieza de carnes, aunque es verdad que ahora se venden mucho más limpias que en antaño.