La Armada construirá dos nuevos buques para combatir los submarinos de los narcos

El Estado Mayor de la Armada está elaborando los requisitos para la construcción de dos nuevos buques de acción marítima (BAM). Los BAM, que diseña y construye la empresa pública Navantia en sus astilleros de El Ferrol y Puerto Real, son patrulleros de altura destinados a misiones de control de zonas de alta mar. Para ello van equipados con multitud de equipos y sistemas de armas entre los que destaca la posibilidad de embarcar un helicóptero Sea Hawk SH-60 o Augusta Bell AB-212, ambos modelos en servicio en la flotilla de aeronaves de nuestra Armada.

Un helicóptero de este tipo es el socio ideal para estas misiones puesto que permite ampliar muchísimo el radio de patrulla para detectar y en su caso atacar a embarcaciones hostiles. Además van armados con un cañón de 60mm y cuentan con embarcaciones auxiliares semirígidas, las conocidas popularmente como Zodiac, para labores de inspección y asalto de embarcaciones sospechosas por parte de los equipos de Infantería de Marina que forman parte de las tripulaciones de los BAM. 

Estas misiones de control oceánico las vienen desarrollando los seis BAM actualmente en servicio en la Armada desde sus bases de Las Palmas de Gran Canaria y Cartagena, tanto en aguas próximas a España, como en otros escenarios mucho más alejados como son el Golfo de Guinea o el Océano Índico.

Si finalmente se aborda la construcción de estos nuevos BAM serán el séptimo y el octavo de su clase. Entre las especificaciones que está barajando el Estado Mayor de la Armada destaca la posibilidad de que embarquen un sonar modular, es decir que pueda instalarse y desinstalarse a bordo con relativa rapidez y facilidad. Este sonar les dotará  de cierta capacidad para lucha antisubmarina, de la que carecen sus seis hermanos mayores. Pero esta capacidad no se está valorando para enfrentarse a modernos submarinos de ataque, que para eso tiene la Armada sus propias fragatas y submarinos, sino para enfrentarse a nuevas amenazas como los narcosubmarinos, que trasladan droga desde América hasta nuestras costas, o los ataques a infraestructuras submarinas, como sucedió recientemente con el sabotaje al gaseoducto Nord Stream, en el mar Báltico.

El origen del programa

El Programa del BAM surge, a comienzos del siglo XXI, ante la necesidad de sustituir a un conjunto de buques de la Armada española con características muy heterogéneas, dedicados en su mayor parte a tareas de vigilancia y patrullaje y que estaban próximos a finalizar su vida útil.

El proceso de creación de los BAM comienzó con una estrecha colaboración entre la Armada española y Navantia, trabajando conjunta y simultáneamente en la definición de los requisitos y su consolidación técnica, fase en la que nos encontramos ahora para la extensión de la serie a dos nuevos navíos. El objetivo fue lograr unos buques con altas prestaciones, con alto grado de homogeneidad, así como un gran nivel de polivalencia, un alto estándar de habitabilidad para las dotaciones y un reducido coste tanto de adquisición como de mantenimiento.

El resultado final es un buque de tamaño moderado, con altas prestaciones y gran versatilidad en cuanto a las misiones en comparación con otros buques, tanto en coste de adquisición como en ciclo de vida reducido.

El día 31 de julio de 2006 la Armada española y Navantia firmaron la Orden de Ejecución para la fabricación de los cuatro primeros BAM. La última de estas unidades fue entregada en 2012. Así mismo, el 1 de agosto de 2014 se autorizó la construcción de dos unidades más, entregadas en 2018. El P-45 Audaz y el P-46 Furor.

El P-45 Audaz y el P-46 Furor

Estos dos últimos BAM construidos, si bien exteriormente son idénticos a los cuatro anteriores, incorporan múltiples cambios y mejoras. Nada menos que más de 1.000 nuevos componentes mejorados respecto a sus hermanos, diseñados a principios de actual siglo, se han incorporado a los, hasta ahora, últimos BAM construidos.

Estos dos nuevos patrulleros surgen de la necesidad de reforzar la flota de cuatro navíos de este tipo con los que opera, sin cesar, la Armada y que tienen su base en el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria. La orden de ejecución fue firmada en diciembre de 2014, tras el preceptivo acuerdo del Consejo de Ministros del 1 de agosto de aquel año, por un importe de 333,48 millones de euros para ambos buques, y tras su entrada en servicio, el Audaz y el Furor tienen su base en el Arsenal de Cartagena.