La reforma de la ley del solo sí es sí ha dejado claro que la ministra de Igualdad, Irene Montero, está sola y no tiene el apoyo de sus socios de Gobierno. Pero el problema es que tampoco tiene a nadie que la respalde, excepto Ione Belarra y Pablo Iglesias, dentro del partido. La irrupción de Sumar en las encuestas ha dejado claro que la única forma que tiene Podemos de sobrevivir es integrarse en el partido de Yolanda Díaz, la vicepresidenta del Gobierno. Pero todo pasa por echar a Irene Montero si se quieren dar pasos en esa dirección. Fuentes del partido morado aseguran que la ministra de Igualdad podría dimitir después de las elecciones de mayo forzada por su propia ejecutiva. Otras insisten en que que aguantará hasta las generales, pero ninguno la da continuidad política en el año que entra.
Irene Montero está enrocada. Ella quiere un puesto alto en las listas electorales de Sumar o ir por libre con Podemos como número uno o dos. Sea como sea, no se plantea dejar la política. La diferencia es que desde la formación morada entienden que el principal escollo para que el partido siga a flote es la propia ministra de Igualdad, Irene Montero. Ahora mismo ya se hablan de «presiones» y de «peticiones amistosas» a Irene Montero para que deje el cargo o ceda en cuanto a su posición en las listas se refiere. La ministra más polémica y peor valorada podría ser una mancha en Sumar que Yolanda Díaz no está dispuesta a asumir.
Hay una fuerte presión para que Irene Montero deje Podemos después de las elecciones de mayo. La debacle de Podemos dará el escenario perfecto para que alguien asuma las consecuencias. Desde el partido esperan y creen que Montero se echará a un lado para permitir que los que siguen dentro de la formación y no la han erosionado a nivel de imagen el partido puedan seguir trabajando en la misma línea. Yolanda Díaz no tiene problema en aceptar a varios dirigentes de Podemos y comerse la formación, pero necesita mandar un mensaje a su electorado en el que quede claro que lo que era Podemos, ese sanedrín de amigos y amigas de Pablo Iglesias, ya está muerto y solo queda un nuevo liderazgo con nuevas caras.
SÍ A BELARRA
La fundadora de Sumar, Yolanda Díaz, ya ha puesto encima de la mesa las condiciones para abrir la puerta a Podemos. La primera y más importante es que queden fuera de la lista tanto Irene Montero, ministra de Igualdad, como su secretaria de Estado, Ángela Rodríguez (Pam) o el propio Pablo Echenique, portavoz de Podemos en el Congreso. La única que tiene la puerta completamente abierta de par en par es Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales, pero solo de momento y porque es la única que para la vicepresidenta del Gobierno tiene cierto valor. También hay voces en Podemos que acusan a Yolanda Díaz de querer romper la unidad de las cabezas de lista de la formación morada.
Hay exigencias por parte de Yolanda Díaz. La primera es que no haya ninguna tutela por parte del expresidente del Gobierno Pablo Iglesias, quien todavía sigue diciendo a Irene Montero y toda la cúpula de Podemos lo que tienen que hacer. La segunda, que los perfiles más polémicos de la formación morada dejen el equipo y salgan de la lista y la tercera que Yolanda Díaz sea quien decida quién va dónde. La primera que tendría que dejar el equipo, según cuentan fuentes del entorno de la ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno, es Irene Montero. Yolanda Díaz sabe que es la ministra peor valorada según todas las encuestas además de que no deja de comprar discursos polémicos que erosionan la formación de cara a los perfiles progresistas más moderados.