Todos los años, las personas físicas que viven en España están obligadas a realizar la declaración de la renta para justificar los ingresos recibidos durante el ejercicio del año anterior, siempre y cuando el total supere el mínimo establecido por Hacienda para cada ejercicio, o cuando el contribuyente perciba ciertos tipos de rentas específicos. Para comprobar que todos los datos y documentos que se han presentado son correctos, la Administración lleva a cabo una serie de controles basados en el cruce de datos de diferentes registros. También se pueden llevar a cabo comprobaciones directas de la información de las personas. Si se detecta alguna irregularidad, es posible que el contribuyente tenga que afrontar una sanción económica con Hacienda.
7MULTAS POR FRAUDE
Si el declarante utiliza justificantes, documentos o facturas falsas para conseguir unos beneficios superiores a 3.000 euros, la sanción es del 50 al 100% del importe. Si se utilizan otros medios fraudulentos, la infracción se considera como una falta muy grave y en estos casos la multa puede llegar al 150% del total, según el perjuicio que se cause a la Administración pública. Cuando Hacienda descubre que se ha llevado a cabo un fraude millonario se entiende como infracción grave en cantidades de más de 30.000 euros y muy graves y superan los 300,000, la sanción puede conllevar otro tipo de pensar como la suspensión profesional o la pérdida de ayudas públicas.