Todos los años, las personas físicas que viven en España están obligadas a realizar la declaración de la renta para justificar los ingresos recibidos durante el ejercicio del año anterior, siempre y cuando el total supere el mínimo establecido por Hacienda para cada ejercicio, o cuando el contribuyente perciba ciertos tipos de rentas específicos. Para comprobar que todos los datos y documentos que se han presentado son correctos, la Administración lleva a cabo una serie de controles basados en el cruce de datos de diferentes registros. También se pueden llevar a cabo comprobaciones directas de la información de las personas. Si se detecta alguna irregularidad, es posible que el contribuyente tenga que afrontar una sanción económica con Hacienda.
5MULTAS POR DEMORA
Cuando la Agencia Tributaria notifica una demora y la declaración de la Renta ha salido a pagar, el contribuyente tiene que abonar una multa que puede ir desde el 50% hasta el 150% de la cantidad que corresponda, además de los intereses por demora. En el caso de que el resultado sea negativo, si se notifica el incumplimiento del plazo, la sanción se establece en un recargo único de 200 euros.