domingo, 24 noviembre 2024

Las feministas también se dividen por el sí es sí entre quien celebra la fórmula del PSOE y quien la ve un retroceso

Las organizaciones feministas han mostrado diferentes opiniones sobre la reforma del sí es sí que este jueves se ha aprobado en primera vuelta en el Congreso, entre quienes celebran la fórmula impulsada por el PSOE que eleva las penas de la norma actual; y quienes consideran que es un retroceso porque elimina el consentimiento como eje central de la ley.

Desde el Movimiento Feminista de Madrid han explicado a Europa Press que, aunque las feministas habían demandado medidas «contra la impunidad en la violencia machista, nunca reivindicaron «una rebaja de penas a los agresores sexuales». A su juicio, las consecuencias de la ley del solo sí es sí, en cuanto a rebaja de penas a agresores sexuales, es «un fallo gravísimo del Gobierno de coalición» y, por ello, consideran que los socios debería haber «llegado a un acuerdo para la reforma y evitar el enfrentamiento».

Además, consideran que hay «lagunas fundamentales» en la norma, como la exclusión de la prostitución y la pornografía como formas de violencia sexual, o que los actos delictivos asociados a la violencia sexual deben ser, a su juicio, considerados como delitos públicos, en coherencia con el preámbulo de la Ley de libertad sexual.

Según señala la entidad, «poner el único foco de la violencia sexual en el aspecto de las revisiones de condena es fruto también del oportunismo de la extrema derecha para debilitar al Gobierno» ya que, según ha advertido, «el problema de fondo es mucho más amplio que esta cuestión.

MANTIENE EL CONSENTIMIENTO

También la Alianza contra el Borrado de Mujeres muestra su apoyo a la «recuperación de las penas más altas para los delitos más graves» que impone la reforma aprobada ahora y que, además, «mantiene las modificaciones legales que impiden un escándalo como el de la manada». En este sentido, Tasia Aránguez, que forma parte del equipo jurídico de la entidad, ha explicado que el nuevo texto «mantiene intacta la cuestión del consentimiento y que la reforma «recupera las penas altas para aquellos casos futuros en los que haya violencia o intimidación».

«Porque con la ley de Montero estaban reduciéndose las condenas para los casos más graves», ha advertido Aránguez. De hecho, la experta ha indicado que «las penas de la ley de Montero no eran tan distintas a las de antes» pero «el problema fue en gran medida que para los casos antiguos no se podían aplicar los nuevos agravantes introducidos», sino «únicamente podía aplicarse de modo retroactivo la rebaja introducida en el tipo básico de los delitos».

A su juicio, el «escándalo» surgido a raíz de esta norma «sólo podía afrontarse con responsabilidad política, es decir, «con la dimisión de Irene Montero». «En el Ministerio de Igualdad insisten en culpar a los jueces y se resisten a admitir un grave error que está implicando la excarcelación de decenas de violadores y pederastas», ha lamentado.

SOBRE EL PACTO PSOE Y PP

En cuanto al acuerdo entre PSOE y PP para sacar adelante esta modificación, la Alianza contra el Borrado de Mujeres cree que los ‘populares’ «han priorizado el interés de la sociedad sobre su propio interés electoral», lo que ven como «algo positivo». Para Aránguez, Igualdad «debe asumir que la ciudadanía española lleva dejando claro, desde las manifestaciones contra la manada, que no quiere bajar las penas a violadores».

La experta ha apuntado que este miércoles, durante una concentración de feministas cercanas a Podemos ante el Ministerio de Justicia, en protesta por la reforma, se gritaba ‘mas reparación, menos penas de prision’, sugiriendo que estas «no son la respuesta adecuada a las violaciones».

Una de las entidades presentes en dicha concentración, la Comisión 8M se ha mostrado crítica con la reforma impulsada por el PSOE porque, a su juicio, el consentimiento deja de ser el eje vertebrador de la norma. Y, al contrario que las organizaciones anteriores, consideran que esta situación no recoge «para nada las reivindicaciones del movimiento feminista» en este tema.

Del mismo modo, critican las «alianzas» alcanzadas por el principal partido de la oposición para sacar adelante su iniciativa y, especialmente, aquellas que han alcanzado con formaciones que «no han sido amigas, ni apoyado nunca los derechos y libertades de las mujeres».