Los tacones son el calzado ideal para convertir un look informal en otro totalmente diferente, con más clase, estilo y elegancia. Además, los zapatos de tacón tiene la gran virtud de estilizar nuestra figura, consiguiendo un efecto de piernas más largas y estilizadas. En el día a día es posible que puedas evitar su uso, pero hay ocasiones que requieren llevar este tipo de calzado, como bodas, bautizos, comuniones, graduaciones o una cena formal. Aunque también muchas mujeres eligen usarlos en su día a día para ir a la oficina e incluso para pasear. Seguro que te has preguntado muchas veces cómo consiguen llevar los tacones puestos todos el día sin que les duelan los pies. Pues bien, la respuesta está en elegir el tacón adecuado. A continuación te contamos como puedes saber si unos zapatos de tacón van a ser cómodos o incómodos solo con verlos en el escaparate.
2Fíjate en el ancho del zapato
La horma del zapato es fundamental y uno de los aspectos decisivos que van a diferenciar a unos tacones cómodos de unos incómodos. Las hormas anchas siempre van a ser más cómodas que las estrechas, ya que apretarán menos y, por lo tanto, ejercerán menos presión sobre el pie, que estará más libre. Lo ideal sería hubiera un margen de un dedo pulgar de ancho entre el dedo más largo y la punta del zapato. Sin embargo, el ancho variará en función del ancho de tu propio pie. Si tienes el pie estrecho podrás optar por formas también estrechas, aunque sin pasarse, mientras que deberás descartar aquellas demasiado anchas en las que te baile el pie. Por el contrario, un pie ancho siempre va a necesitar una horma ancha.