Inspirada en las alas de las mariposas, se ha creado una pintura que no está hecha de pigmentos, sino que el color se fabrica estructuralmente mediante la disposición de nanopartículas. Los investigadores del Centro de Tecnología de Nanociencia de la Universidad de Florida Central decidieron probar un método que nombraron «pintura plasmónica» y que resultó ser ultraligera y segura para el medio ambiente. Esta nueva técnica se basa en arreglos estructurales a nanoescala de aluminio y óxido de aluminio en lugar de pigmentos tradicionales para generar sus tonos.
La pintura plasmónica, al contrario que las tradicionales, utiliza la reflexión, la absorción y la dispersión de la luz en función de sus arreglos geométricos nanoestructurales para crear una gran gama cromática de colores. De este modo, inspirada en la naturaleza misma, esta pintura funciona a través del color estructural en lugar de pigmentos o tintes químicos.