La presentación de Sumar el próximo 2 de abril ha puesto a todo Unidas Podemos en una posición complicada. Desde la formación morada tienen claro que Yolanda Díaz no quiere a determinados perfiles dentro de su partido, con especial hincapié en Irene Montero, ministra de Igualdad, o Pablo Echenique, portavoz morado en el Congreso de los Diputados. Ahora mismo, desde el entorno de Yolanda Díaz dejan claro que hay dos premisas básicas para que Podemos pueda integrarse en Sumar: echar a Irene Montero y a algunos perfiles similares además de dejar que se la vicepresidenta del Gobierno la que tenga el control total de las listas a presentar en las elecciones generales. Y esto ha generado una revuelta interna.
Para Yolanda Díaz, la idea de que haya perfiles como el de Irene Montero o el de Ángela Rodríguez (Pam) en su equipo no es algo mínimamente aceptable. Esas constantes polémicas unidas a cómo ha afectado a las encuestas electorales los comentarios de estas políticas han dejado claro a Yolanda Díaz que no se puede contar con estos perfiles si quieren hacer una alternativa ganadora. No se trata de renunciar al feminismo coyuntural a la izquierda, sino a dejar a un lado a todos esos perfiles políticos que tantas polémicas suscitan cada vez que abren la boca. Además, tanto Irene Montero como Echenique exigirían puestos altos en las listas y en caso de un Gobierno de coalición pedirían ministerios. Este problema lo conocen desde dentro y ya han empezado a intentar poner una solución.
En Unidas Podemos la gran mayoría quieren integrarse dentro de Sumar. Saben que Yolanda Díaz es su única oportunidad para mantenerse en una buena posición a nivel político y es la única oportunidad para entrar en el Gobierno. El problema es que quien tiene las riendas del partido, Irene Montero, es el único escollo para hacerlo. Yolanda Díaz no quiere a la ministra de Igualdad en su equipo y la dirigente de Unidas Podemos sabe que no tiene ningún tipo de intención de dar un paso atrás por el partido.
Ione Belarra, la ministra de Asuntos Sociales, es la excepción que confirma la regla. Fuentes de Sumar dejan claro que Yolanda Díaz sí que ve con buenos ojos a la secretaria general del Podemos. El problema es que Ione Belarra se lo debe todo a Irene Montero y ella obedece las órdenes que vienen tanto de Montero como de los demás cofundadores de la formación morada. Desde Podemos saben que los únicos escollos para esta fusión son Montero y Echenique, además de algunas segundas espadas como Pam. Sin embargo, saben también que quienes negocian en nombre de Podemos son precisamente estos perfiles que Yolanda Díaz quiere extirpar de su formación para dar un giro a la izquierda. El no comprar polémicas es clave. Pero el no meter en el partido a políticos tan desgastados como Echenique o Irene Montero es una de las líneas más rojas de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo.
Desde Podemos, aún así, darán guerra. Y cuando decimos desde Podemos nos referimos directamente a Irene Montero y a Echenique, pues Ione Belarra se mantiene entre dos aguas pese a que promulga su lealtad por la ministra de Igualdad. Ya han avisado a los que quieran acudir a la presentación de Sumar que se les cogerá la matrícula y que incluso corren el riesgo de perder todos los privilegios que puedan tener en el partido. Hay muchas formaciones que quieren ir con Yolanda Díaz porque la ven como el caballo ganador, pero Podemos quiere dar guerra dado que saben que la única opción de mantenerse firmes y mantener a Irene Montero en el paquete es la de presionar a los suyos.