El Salón de Plenos del Congreso acogerá este martes, 21 de marzo, el debate de la moción de censura firmada por los 52 diputados de Vox que presentan como candidato a la Presidencia del Gobierno al veterano economista Ramón Tamames.
Se trata de la sexta moción de censura desde la Constitución de 1978, la segunda que presenta Vox esta legislatura y la primera de la historia que va encabezada por un candidato independiente, sin vinculación orgánica con el partido que le propone. Eso sí, Ramón Tamames, de 89 años, es un candidato con una larga trayectoria política, pues fue dirigente del PCE en la Transición, vicealcalde de Madrid con el socialista Enrique Tierno Galván, fundador de Izquierda Unida y después militante del CDS de Adolfo Suárez.
Según ha convocado la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, el debate arrancará a las nueve de la mañana de este martes con la intervención de Abascal para presentar a su candidato y después el propio Ramón Tamames, desde los escaños de Vox para no tener que subir las escaleras de la tribuna, defenderá su programa. Ambos tiene tiempo ilimitado para sus discurso.
A uno o a otro, o a los dos, les podrá dar réplica el Gobierno, que tiene opción a pedir la palabra en cualquier momento de la sesión. Se da por seguro que intervenga el presidente Pedro Sánchez, que ya lo hizo en la moción de Vox de 2020 y que ha dicho tomarse muy en serio la de Tamames, pero también podrían sumarse otros miembros del Ejecutivo. Podemos propuso que fueran las ministras, dos de ellas las máximas dirigentes del partido morado, pero Moncloa indicó que las cosas se iban a coordinar.
Tras el debate entre los promotores de la moción de censura y el Gobierno se hará una pausa en el Pleno y después será el turno de los grupos parlamentarios, de menor a mayor representación, empezando por el Grupo Mixto y, de entre los partidos de esta formación, la menos votada, que es Teruel Existe. Cada grupo parlamentario dispondrá de un primer turno de 30 minutos y otros 10 para la réplica.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, fracasó en su intento de promover un plante a Tamames y, en principio, todos los grupos tienen intención de hacer uso de la palabra. Otra cosa es que agoten todo el tiempo del que disponen.
Conforme a los usos parlamentarios, el candidato es quien dará respuesta a los distintos partidos y será Tamames quien marque el ritmo y decida cómo responderá a los demás grupos, uno por uno o todos al final.
Ese martes por la tarde se interrumpirá la sesión y el resto de portavoces pendientes intervendrá al día siguiente. En todo caso, la participación de los cuatro grandes grupos (Unidas Podemos, Vox, el PP y el PSOE) se calcula para el miércoles, 22 de marzo.
Se mantiene el principio de que el Gobierno podrá intervenir en cualquier momento. En la moción de censura de 2020, el entonces vicepresidente Pablo Iglesias intervino cuando Pablo Casado replicó a Abascal, y es posible que el Gobierno de coalición repita ese esquema y permita la intervención de Yolanda Díaz, como cabeza de cartel de Unidas Podemos. Además, es previsible que al final vuelva a tomar la palabra el propio Pedro Sánchez.
Concluido el debate se celebrará la votación, que será pública y por llamamiento, con cada diputado poniéndose en pie desde el escaño para manifestar a viva voz el sentido de su voto.
Para prosperar, la moción de censura exige recabar la mayoría absoluta del Congreso (176 votos), un objetivo que se antoja inalcanzable dadas las posiciones expresadas por los grupos en las últimas semanas. Lo que sí se prevé es que tenga menos votos en contra que la que lideró Santiago Abascal, pues esta vez el PP ha decidido abstenerse en lugar de votar No.
Así las cosas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podráir a sus citas internacionales de la próxima semana presumiendo de haber derrotado otra moción de censura en su contra. En concreto, tiene previsto asistir en Bruselas (Bélgica) para participar en una reunión el Consejo de la Unión Europea y viajar a Santo Domingo (República Dominicana) para la Cumbre Iberoamericana.
De las cinco mociones de censura debatidas hasta la fecha, todas fracasaron menos la encabezada por el ahora presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y la de Tamames apunta también a la derrota.
La primera moción de censura de la democracia tuvo lugar en 1980, cuando el PSOE presentó una contra Adolfo Suárez encabezada por su líder de entonces, Felipe González, que logró el respaldo de 152 diputados (socialistas, comunistas, andalucistas y tres representantes del Grupo Mixto), frente al rechazo de 166 y la abstención de otros 21 –en la sesión se registraron 11 ausencias–. Es decir, el PSOE se quedó a 24 votos de conseguir la aprobación de la moción de censura.
La segunda llegó siete años después, en 1987, cuando Alianza Popular hizo lo propio contra Felipe González. Entonces el candidato fue Antonio Hernández Mancha, que no era diputado como ahora ocurre con Tamames, y cosechó el voto favorable de 66 diputados (Alianza Popular y Unión Valenciana), mientras que 195 votaron en contra (PSOE, Izquierda Unida y nacionalistas vascos) y 71 se abstuvieron (representantes de CDS y CiU, entre otros).
La tercera moción de censura fue 20 años más tardes y la presentó Pablo Iglesias (Podemos) contra Mariano Rajoy, celebrada en junio de 2017, también fue rechazada por 170 votos en contra (PP, Ciudadanos, UPN, Foro Asturias y Coalición Canaria), 82 a favor (Unidos Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu) y 97 abstenciones (PSOE, PDeCAT, PNV y Nueva Canarias).
La cuarta fue la única que ha prosperado, la que permitió a Sánchez acceder a La Moncloa en junio de 2018 al reunir 180 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias) 169 en contra (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y una abstención, la de Coalición Canaria.
Y la última moción de censura y primera de la legislatura fue que impulsó Vox en otoño de 2020, en plena pandemia de coronavirus, y con Abascal de candidato. No sumó ningún apoyo, más allá de sus 52 diputados.
Esta nueva moción de censura de Vox se registró el pasado 27 de febrero, pero no dio tiempo a que fuera admitida por la Mesa del Congreso hasta el 7 de marzo. El texto fue remitido al Gobierno y a los portavoces de los grupos parlamentarios para que se dieran por enterados y se abrió un plazo de dos días para la presentación de posibles candidaturas alternativas. Como estaba previsto, nadie dio ese paso y, tras el cumplimiento de esa formalidad, la presidenta del Congreso ya pudo poner fecha al debate.
En concreto, esta sexta moción de censura de la democracia se debatirá 22 días después de registrarse, dentro de los plazos marcados en las mociones precedentes y casi igual que la que tuvo como candidato a Abascal, que se sustanció 21 días después de su presentación.
La más rápida fue la moción que presentó Pedro Sánchez en mayo de 2018, que tardó una semana escasa en llegar al Pleno, y es que en aquella ocasión el PP optó por precipitar la fecha convencido erróneamente de que, tras aprobar los Presupuestos del Gobierno, la censura del PSOE estaba destinada al fracaso.
Más tiempo se tomó el PP de Mariano Rajoy y Ana Pastor con la moción de censura de Pablo Iglesias, que se registró un 19 de mayo y se debatió el 13 de junio, casi un mes después. La iniciativa de Podemos no tenía opciones de prosperar, pues no la apoyaba ni el PSOE, y el PP no tuvo prisa en debatirla.