Cuando quedamos con la familia o los amigos para celebrar algo, suele haber en la mesa vino o cerveza, mínimo uno de los dos. Empezamos a beber lo que más nos guste cogemos la chispilla y tenemos una noche de locos. No obstante, conforme pasan los años, empezamos a preocuparnos menos de esa diversión momentánea y más de lo que estas bebidas le han a nuestro cuerpo. ¿Son tan malas como se dice? ¿Hasta qué punto las puedo tomar? ¿Me hacen un daño irreparable? A continuación, te daremos respuesta a estas preguntas.
7Beneficios de esta bebida
Posee propiedades antioxidantes y otras ventajosas para nuestro organismo, como el resveratrol o la quercetina. Estos pueden intervenir en la prevención de procesos que dan lugar a enfermedades. Los taninos ayudan a controlar el colesterol y limpiar las arterias. Pero el vino no solo cosas buenas, también tiene otras con las que se debe tener cuidado. Hay que recordar que el consumo excesivo es un problema.