El tiempo está siendo, en las últimas semanas, como una montaña rusa. Al calor anómalo de hace unos días le ha seguido un descenso brusco de las temperaturas, con episodios de lluvias y vientos fuertes en algunas regiones. Estos son los ingredientes perfectos para que los niveles de polen en el ambiente se disparen. Pero no es lo único, también hay que sumarle el hecho de que se está produciendo una segunda oleada de gripe prácticamente a un paso de que llegue la primavera, lo que quiere decir que la situación para los alérgicos puede complicarse bastante este año.
Esto es algo que ya están confirmando los alergólogos, cuyas consultas empiezan a llenarse de pacientes con una sintomatología mayor que la de otros años. Estos expertos advierte de que se está produciendo un “efecto sinérgico” entre las alergias que afectan a las mucosas nasales y los virus respiratorios. Lo uno predispone a lo otro y los efectos se potencian mutuamente, por eso los síntomas este año son más intensos, fuerte y molestos.
4EL POLEN SE SUELE EXPANDIR DE FORMA PROGRESIVA
Durante marzo, cuando todavía el tiempo es más bien invernal, lo habitual es que se registre polen de cupresáceas, alisos y arizónicas. Después llega el polen del plátano de sombra y los cipreses, y en mayo comienza a desprenderse el de las gramíneas.
Es decir, el fenómeno, en un año normal, se produce de forma progresiva y escalada. Sin embargo, los cambios en el clima están modificando muchos procesos naturales que terminan afectando a la salud de los humanos, las plantas y los animales.