El pollo al ajillo es una receta clásica que es una excelente alternativa a otras elaboraciones con este tipo de carne, como el pollo asado o unas alitas de pollo al vino blanco, una preparación que es mucho más sencilla de preparar de lo que en principio pudieras pensar, además de ser un alimento saludable. Te explicamos cómo hacer esta receta de escándalo para salir por la puerta grande.
4CONTINUANDO CON LA RECETA
Una vez puesta la sartén a máxima temperatura, es el momento de echar los dientes de ajo sin pelar, y con una incisión en el lateral, para proceder a freírlos durante dos minutos. Antes de que el ajo comience a tostar, habrá que retirarlo para reservarlo en un plato, ya que a posteriori habrá que volver a hacer uso del mismo.
A continuación habrá que añadir el pollo a la sartén, tapando y friendo. Al tapar la sartén se consigue que se tarde menos tiempo en freírse el pollo al ajillo, además de evitar que pueda saltar el aceite, con el riesgo que ello supone. Este es un paso muy importante, ya que es necesario que el pollo quede bien frito.