Las monedas de 5 céntimos que llevas en la cartera y cuestan miles de euros  

Conforme ha ido acechándonos la inflación, la utilización de las monedas ha ido bajando. Puede que todavía tengamos algunas de ese día que fuimos a comprar chuches o la calderilla que nos sobró en un restaurante. Ese dinero se queda en la cartera por tiempo indefinido hasta que casualmente lo vemos o alguien nos cuenta que podríamos cambiarlo por miles de euros. Resulta que, aunque muchos no lo tengan en la cabeza, las monedas son auténticos objetos de coleccionista y muchas de ellas se han revalorizado hacia grandes sumas de dinero

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El precio de venta de las monedas no es el mismo que el de compra 

Como ocurre con casi todos los productos, una cosa es el precio de compra y otra el de venta. O sea, puede que si vas a una persona que se dedica a vender monedas te pague mucho menos de lo que la venderá después, pero así funciona el mercado. Otra cosa sería que lo vendas directamente a un coleccionista. Para encontrar esas personas que quieren adquirir este producto, no hay mejor que contactarlas por internet.