La guerra entre Ucrania y Rusia está a punto de cumplir su primer aniversario. Un momento crítico del conflicto armado en el que los principales países aliados de la OTAN no han dudado en mostrar su apoyo al país de Volodímir Zelenski, con el envío de carros de combate para las fuerzas ucranianas. Un apoyo que, en España, ha dividido a los partidos políticos, optando la «extrema izquierda» del país por posicionarse en una postura mucho más favorable a los intereses de Vladimir Putin.
Hace casi un año, las fuerzas militares de Rusia comenzaban lo que se esperaba que fuera una rápida invasión a Ucrania; un movimiento militar por parte del Kremlin que acababa provocando el actual conflicto armado entre ambos países que, a su vez, ha creado un conflicto militar y económico a nivel internacional. Enfrentamiento en el que las principales potencias internacionales, así como entidades supranacionales como la OTAN, no han dudado en inclinar su favor hacia la soberanía ucraniana, enviando diferentes lotes de ayuda al país de Volodímir Zelenski en los pasados meses.
Una ayuda que ahora, después de que Alemania haya dado «luz verde», se traducirá en el envío de decenas de carros de combate, especialmente de la categoría ‘Leopard’ a Ucrania. Un apoyo militar a nivel internacional en el que también se verá involucrado en España. Y es que el Gobierno del país no ha dudado en asegurar que, al igual que el resto de países líderes de la Alianza Atlántica, España también enviará carros de combate para ayudar a la causa ucraniana, con la esperanza de que este claro apoyo internacional acabe provocando el fin del conflicto armado, y el mantenimiento de la soberanía ucraniana en su territorio.
LA IZQUIERDA ESPAÑOLA RECHAZA EL ENVÍO DE ARMAMENTO
Apoyo del Gobierno a la causa ucraniana que, sin embargo, parece no convencer a parte del propio Ejecutivo nacional. Tampoco a las fuerzas políticas de la izquierda, que han mostrado su frontal rechazo a la participación española en el conflicto de Ucrania, a pesar de la urgencia internacional que el conflicto militar ha provocado en los últimos meses.
Así pues, ha sido la ministra de Derechos Sociales, y líder de Podemos, Ione Belarra, una de las primeras en mostrarse en contra de la decisión tomada por la sección socialista del Gobierno. «Es el momento de liderar la vía diplomática en Europa en la guerra de Ucrania. Muchos expertos nos están alertando de que el despliegue de los Leopard sólo contribuiría a al escalada bélica, y podría tener una respuesta imprevisible y muy peligrosa por parte de Rusia» ha destacado la líder podemita.
Un rechazo a la decisión del departamento de Margarita Robles de cooperar con la OTAN en el envío de tanques a Ucrania que se ha repetido entre los líderes de otras formaciones de la izquierda española, como es el caso de ERC, donde su principal representante, Gabriel Rufián, ha asegurado que no está a favor de esta decisión de los socialistas, y ha destacado que sería necesario que «una decisión tan trascendental debería pasar por el Congreso». «Es de primero de democracia» ha señalado el independentista catalán.
«Sería conveniente y muy democrático» reforzaba la representante de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que mostraba también el rechazo de su formación al envío de armamento. «En este caso, EH Bildu votaría que no al envío de armamento para primar la vía diplomática» ha señalado.
EL APOYO A UCRANIA, UNA DECISIÓN HISTÓRICA PARA ESPAÑA
Palabras de los principales partidos de la izquierda, y actualmente socios de Pedro Sánchez en la legislatura, que demuestran la soledad del PSOE, no sólo dentro del Gobierno nacional, sino también en su apoyo a la Alianza Atlántica en la cuestión de Ucrania. Soledad que no sólo podría condicionar el futuro de la coalición a pocos meses de las elecciones generales, sino que también podría cambiar la situación internacional de España con respecto a sus alianzas con los países miembros de la OTAN.
Y es que, tal y como aseguran expertos ante los medios de comunicación, el conflicto armado de Ucrania ha puesto de manifiesto la voluntad política de los diversos Gobiernos que conforman las entidades supranacionales como la OTAN o la UE. Una voluntad política en la que aquellos que en estos momentos se pongan «de perfil» ante la emergencia en Ucrania, pueden acabar perdiendo la confianza del resto de países aliados, consternados y preocupados ante la amenaza rusa de los últimos meses.
Un contexto en el que la posición de los partidos de la izquierda como Podemos o EH Bildu podría pasar factura a España a nivel internacional, pudiéndose entender este «no» al envío de nuevo armamento a Ucrania como un «favor» diplomático hacia los intereses territoriales e imperialistas de Vladimir Putin.
