La manera más sabrosa (y sana) de cocinar las patatas fritas

Pocos sabríamos vivir sin patatas, aunque es un tubérculo que no llegó a Europa hasta 1560. Sin embargo, hoy día se nos hace inimaginable no contar con este recurso culinario, tan rico y versátil en cualquier plato. La patata nos encanta de todas las maneras posibles y se puede cocinar de mil formas diferentes: al vapor, cocidas, asadas, en guiso, fritas, a la parrilla… Y además pueden servir de acompañamiento para cualquier preparación. Pero también conviene procurar prepararlas de forma saludable para no restarles valor nutricional y para que no se conviertan en un plato excesivamente calórico.

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VIGILAR LAS RACIONES

patatas fritas

La ración de patatas recomendada depende de la persona. Como apuntábamos, puede consumirse diariamente siempre y cuando no desplace la ingesta de otros alimentos que también juegan un papel fundamental, como frutas y verduras. Es decir, que hay que reducir la cantidad para dejar espacio a otros vegetales o a esa fruta de postre tan recomendable. Por ejemplo, puede ser un 25% de nuestro plato, reservando otro 25% para la proteína, y el 50% para frutas y verduras. Por lo demás, se puede comer patatas sin temor, ya que no es un alimento que favorezca la acumulación de grasas por si solo.