Está claro que no todo el mundo envejece de la misma manera. De hecho, cada tipo de persona puede encaminarse o entrar de lleno en la senectud con diferentes estados de forma, y sus capacidades más o menos intactas. La genética, enfermedades que uno arrastre o la propia fisionomía son capaces de cambiar considerablemente de unos casos a otros. Pero con todo, conducir pasada una edad puede requerir ciertas precauciones, como bien sabe la DGT. Es más, desde la Dirección General de Tráfico no dudan nunca en compartir una serie de consejos que, como siempre, tienen la intención de prevenir los accidentes en la medida de lo posible.
En este artículo te contamos tales recomendaciones, que además en muchos casos pueden aplicarse también a personas de todas las edades.
1La DGT y las enfermedades en gente mayor
Aunque existen casos, cómo no, no es del todo habitual llegar a la vejez sin padecer algún tipo de enfermedad. En muchos casos, además, alguna crónica. Al margen de lo que esto pueda condicionar o no la salud, hay un aspecto determinante que sí afecta, y mucho, a la hora de conducir: los medicamentos. La DGT acostumbra a hacer mucho hincapié en ellos y, más concretamente, en los efectos secundarios que estos pueden tener, y que en ocasiones afectan a la habilidad al volante.
Por ejemplo, si una medicina o algún tratamiento provoca somnolencia, es aconsejable tenerlo presente antes de ponerse a los mandos de cualquier tipo de vehículo. Cuando sucede algo así, es muy importante prestar especial atención a las indicaciones que presentan los medicamentos, sean cuales sean.