Fuentes del Gobierno y de organizaciones ecologistas coinciden: la nueva campaña de Ecoembes tiene mucho que ver con destacar el empleo que generan. El problema es que las cifras que ofrecen no son tan contundentes como las que presentan otras marcas. Ecoembes sabe que hay sectores dentro del Ejecutivo que amenazan su monopolio en la gestión del reciclaje en España. Esto supondría un drama que ya se ha dejado entrever con asuntos como la implantación del «sistema de depósito, devolución y retorno». Pero la respuesta de esta asociación sin ánimo de lucro es la de «presionar» vía medios de comunicación afines al Ejecutivo para que sepa que las consecuencias que se pueden ver si esto se toca viene en forma de menos contrataciones o incluso de despidos. Desde el Gobierno detallan que Ecoembes ha dejado caer que el programa ‘Reciclar para cambiar vidas’ ha supuesto la contratación de 500 personas.
Ecoembes es una sociedad anónima sin ánimo de lucro que actúa en ciertas ocasiones, según detallan fuentes de Podemos, como «lobby» que presiona para que sus intereses no se vean alterados. Ecoembes es la consecuencia de una ley que obligaba a las empresas generadoras de envases de plástico a reciclar todos sus residuos contaminantes. Desde entonces, en España solo Ecoembes manejaba el monopolio del reciclaje y esto ha supuesto un problema para que se implanten nuevos sistemas que promuevan una segunda vida a estos envases. Ecoembes ha sido una sociedad anónima muy celosa de que entren otros a gestionar la economía circular pese a que tan solo recicla el 30% de los envases generados por las empresas que lo componen, según detalla Greenpeace y un informe de Changing Markets.
Ahora, el Gobierno y algunos ecologistas se han encontrado con que Ecoembes empieza a destacar en más de una ocasión el que generan empleo. La última «advertencia» que le ha llegado al Ejecutivo no ha sido otra que destacar que la iniciativa llevada a cabo por Ecoembes ‘Reciclar para cambiar vidas’ ha supuesto la contratación de 500 personas. Si pierden el chiringuito porque el Gobierno se abre a nuevas formas de reciclaje, este tipo de contrataciones no tendrán lugar, un mensaje subliminal que han visto más de un operario en el Gobierno y que han destacado más de uno y más de dos ecologistas que conocen cuáles son las prácticas de Ecoembes.
Ya no hace mucho, Ecoembes apretó mucho más en la Comunidad Valenciana precisamente porque era uno de los territorios donde se iba a implantar el SDDR en contra de lo que ellos querían. La campaña de Ecoembes se ha recrudecido porque precisamente se han dado pasos en esta dirección por la presencia en el Congreso de perfiles como el de Juan López de Uralde, que han puesto en el punto de mira el monopolio de Ecoembes y todos los beneficios que la empresa no deja de ver, pese a que sea sin ánimo de lucro, por tener la gestión total de todos los productos que se reciclan en España.
LA COMUNIDAD VALENCIANA
Ecoembes no recicla lo que debe. Esta es una afirmación que ha sido confirmada por diferentes agrupaciones como Greenpeace o Changing Markets. El hecho de que muchos ecologistas y partidos verdes hayan presionado a esta sociedad anónima sin ánimo de lucro para que recicle más de ese 30% de los envases ha sido un auténtico dolor de cabeza para este conglomerado de las principales compañías generadoras de plásticos (que son las que forman Ecoembalajes España). Pero si hay una comunidad autónoma que ha dado más guerra que otra esa ha sido la Comunidad Valenciana, primer territorio en el que se planteó seriamente la posibilidad de introducir nuevos sistemas de reciclaje que ponían en riesgo el monopolio de Ecoembes. Y esta S.A. que no cumple con su obligación ha puesto el foco en el territorio de Ximo Puig.
En la Comunidad Valenciana se esperaba hasta hace poco el implantar el conocido como Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), ese por el que colocas una botella de plástico en una máquina y te devuelven algo de dinero. El peso ecologista en este territorio gobernado por Ximo Puig (PSOE) llevó a la Comunidad Valenciana a ser pionera en la implantación de este sistema que amenazaba el monopolio de Ecoembes. Y como esto no lo podían permitir desde la sociedad anónima sin ánimo de lucro, han pasado directamente a presionar y colocar nuevas campañas de greenwashing que buscan someter a este territorio rebelde. La nueva forma de presión se llama Reto del Reciclaje de Ecoembes. Y están cayendo muchos de los pequeños municipios de la comunidad.