El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, es la gran esperanza blanca del Partido Popular. O al menos es como lo ven los más moderados del PP y como se ve a sí mismo el presidente autonómico. Moreno Bonilla ha ahondado en sus diferencias con Vox y se ha esforzado en remarcar el carácter de centro del partido en un momento clave para la formación. Fuentes de Génova dejan claro que hay una «pugna interna» entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el líder de Andalucía y que Moreno Bonilla tiene clara cuál es su estrategia: abrazar el centro y huir de Vox.; justo la contraria de la presidenta madrileña.
Juan Manuel Moreno Bonilla aprovecha cualquier momento para remarcar su carácter de centro en lo que desde Génova se ve como pequeños pasos del presidente de Andalucía en la «misma dirección» que Isabel Díaz Ayuso. La semana pasada utilizó la ley trans para criticar a Vox y dejarles claro que está harto de ver cómo defienden «postulados ideológicos minoritario». No es que Moreno Bonilla haya seguido el camino que le ha marcado Alberto Núñez Feijoo como presidente de su propia formación, sino que el presidente de Andalucía está, a ojos de fuentes de Génova, preparando el terreno para ser la esperanza blanca y el futuro del Partido Popular. Aunque para ello tenga que diferenciarse directamente de su rival: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez.
Esta rivalidad que hay entre los dos barones populares es un secreto a voces en el PP. Desde Génova reconocen que Feijoo tendrá una candidatura relativamente tranquila, pero sabe que las nuevas generaciones pisan fuertes. El problema en toda esta ecuación es Vox. Ayuso se ha comido a este partido por mantener postulado más liberales y más escorados a la derecha. Y Moreno Bonilla se los ha comido precisamente por hacer lo contrario. Mientras la dirección del partido cree que la apuesta de Moreno Bonilla es la correcta, lo cierto es que las dos facciones dentro del PP que ya estaban presentes con Pablo Casado ahondan en sus diferencias representadas por estos dos barones de mucho peso. Su mayor aval: que un ya tiene la mayoría absoluta y la otra espera conseguirla.
El camino del presidente de Andalucía hacia el centro político se ha remarcado con el paso del tiempo y a medida que Ayuso ha elevado su tono. Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid ha calificado el aborto como un «asesinato», algo que empatiza con el lado más duro del Partido Popular, Moreno Bonilla ha insistido en que ningún andaluz tendrá problemas con la sanidad pública. Mientras Ayuso mantiene el pulso con la atención primaria y abraza postulados que aplaude el ala más «aznarista» del PP, Moreno Bonilla intenta seducir al centro político andaluz para mantener esa mayoría absoluta que le ha ratificado como uno de los candidatos a suceder a Feijoo en un futuro.
A todo esto, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, aplaude más las tesis del barón andaluz que las de Ayuso. Con este cuadro, desde Génova temen que el PP no acabe de solventar esas diferencias políticas que profundizaron con Pablo Casado y que aún siguen muy vigentes. La pelea en diferido entre Isabel Díaz Ayuso y Juan Manuel Moreno Bonilla por convertirse en el futuro del PP está más que presente y desde Génova la vigilan muy de cerca. El otro problema añadido es que Feijoo está completamente aislado a la espera de que su clan gallego le arrope de cara a las elecciones.