El consumo de productos ultraprocesados se ha incrementado considerablemente en los últimos 20 años. Se trata de alimentos cómodos, que apenas requieren preparación y nos pueden resolver una comida en pocos minutos. Además, están diseñados para resultar muy palatables, así que resultan sabrosos y gustan a todo el mundo, niños y adultos. El principal problema es que no solo no son nutritivos, sino que además pueden dañar gravemente la salud. Cada vez se publican más estudios que vinculan el consumo de ultraprocesados con problemas como obesidad, cáncer o muerte prematura.