La mayonesa es una de esas salsas a las que nadie se puede resistir. Está muy presente en nuestra cocina tradicional y se sirve para acompañar un montón de platos como la clásica ensaladilla rusa, tortillas, croquetas, mariscos y recetas de bocadillos o sandwiches. Le da un plus de sabor y jugosidad a cualquier comida y se puede preparar en casa con ingredientes muy económicos. Aunque su preparación es sencilla, no siempre sale bien. A veces se corta, o no conseguimos la textura ideal, o bien la proporción de ingredientes no es la correcta.
8ALTERNATIVAS PARA EXPERIMENTAR
Podemos conservar nuestra mayonesa casera en un frasco de cristal hermético en el frigorífico, aunque se recomienda consumir antes de dos o tres días. En verano podemos utilizar huevos pasteurizados para no correr ningún riesgo con el huevo crudo. También podemos aderezarla con ajo muy picado para conseguir alioli, o triturar un aguacate o un huevo duro para darle mayor consistencia.