La mayonesa es una de esas salsas a las que nadie se puede resistir. Está muy presente en nuestra cocina tradicional y se sirve para acompañar un montón de platos como la clásica ensaladilla rusa, tortillas, croquetas, mariscos y recetas de bocadillos o sandwiches. Le da un plus de sabor y jugosidad a cualquier comida y se puede preparar en casa con ingredientes muy económicos. Aunque su preparación es sencilla, no siempre sale bien. A veces se corta, o no conseguimos la textura ideal, o bien la proporción de ingredientes no es la correcta.
4EL TRUCO PARA QUE NO SE CORTE NUNCA
Cuando los huevos estén batidos, empezamos a incorporar el aceite agregando un fino chorro de forma constante y todo el tiempo sin mover la batidora. A medida que agregamos el aceite veremos que los ingredientes emulsionan y se van transformando en una salsa con más cuerpo. Cuando tenga la consistencia deseada, añadimos un chorro de limón o de vinagre, para darle ese punto de acidez que nos encanta, y un poco de sal al gusto. Volvemos a mezclar y ya tendríamos nuestra mayonesa casera lista.