Nuestro cuerpo es lo que único que nos acompaña toda la vida. A veces parece que es algo que siempre está bien porque no vemos las consecuencias de nuestras decisiones de forma inmediata, pero todo lo que hacemos le afecta y mucho. De hecho, salir todos los fines de semana y emborracharse parece muy divertido al principio, pero si se hace de manera reiterada puede llegar a ser un problemón.
4El cuerpo siente necesidad de ir al baño
El alcohol hace que nuestro cuerpo inhiba la hormono antidiurética, por lo que tenemos ganas de ir al baño de forma constante. Cada vez que vas, pierdes agua y minerales de tu organismo, pero no te das cuenta, solo ríes y bailas. Si ya en este estado se sigue bebiendo, el estómago está sumamente irritado. Empiezas a tener nauseas porque tu sangre ha superado el 20% de alcohol. El efecto depresor se instaló sin poder hacer nada por impedirlo. Las ganas de bailar se disipan por deseos de sentarse. Todo empieza a moverse a tu alrededor y quieres vomitar.