Ecoembes no recicla lo que debe. Esta es una afirmación que ha sido confirmada por diferentes agrupaciones como Greenpeace o Changing Markets. El hecho de que muchos ecologistas y partidos verdes hayan presionado a esta sociedad anónima sin ánimo de lucro para que recicle más de ese 30% de los envases ha sido un auténtico dolor de cabeza para este conglomerado de las principales compañías generadoras de plásticos (que son las que forman Ecoembalajes España). Pero si hay una comunidad autónoma que ha dado más guerra que otra esa ha sido la Comunidad Valenciana, primer territorio en el que se planteó seriamente la posibilidad de introducir nuevos sistemas de reciclaje que ponían en riesgo el monopolio de Ecoembes. Y esta S.A. que no cumple con su obligación ha puesto el foco en el territorio de Ximo Puig.
En la Comunidad Valenciana se esperaba hasta hace poco el implantar el conocido como Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), ese por el que colocas una botella de plástico en una máquina y te devuelven algo de dinero. El peso ecologista en este territorio gobernado por Ximo Puig (PSOE) llevó a la Comunidad Valenciana a ser pionera en la implantación de este sistema que amenazaba el monopolio de Ecoembes. Y como esto no lo podían permitir desde la sociedad anónima sin ánimo de lucro, han pasado directamente a presionar y colocar nuevas campañas de greenwashing que buscan someter a este territorio rebelde. La nueva forma de presión se llama Reto del Reciclaje de Ecoembes. Y están cayendo muchos de los pequeños municipios de la comunidad.
Este Reto es una iniciativa de Ecoembes en la que participan la Conselleria de Agricultura y los Consorcios de la provincia de Castellón y Valencia. El resumen es que premiarán al municipio que consiga reciclar más y mejor sus envases de plástico, latas y briks en el contenedor amarillo y el papel y cartón azul. Vamos, al pueblo que haga mejor lo que tiene la obligación de hacer Ecoembes. No es casualidad que esta sociedad anónima sin ánimo de lucro se haya centrado en la Comunidad Valenciana: este es el territorio pionero que puso en riesgo sus intereses.
Por supuesto, la razón por la que Ecoembes se ha centrado en esta comunidad autónoma es por la presencia de personas como Julià Álvaro, quien más ha estado por la introducción del SDDR y quien más ha puesto en riesgo los intereses económicos de la sociedad anónima sin ánimo de lucro. Municipios de la Comunidad Valenciana como l´Alcora o Vila-real ya han caído en las redes de este conglomerado que solo recicla aproximadamente un 30% de los envases que sus propias empresas emiten pese a que la ley les obliga a hacerlo con literalmente el 100%.
LA «PERSECUCIÓN» DE ECOEMBES
Es un relato para no dormir que aún se cuentan entre los grupos ecologistas y el protagonista es un político valenciano llamado Julià Álvaro. Entonces trabajaba en la vicepresidencia de la Generalitat Valenciana. Es uno de los que más cerca estuvo de sacar adelante el SDDR en su comunidad, pero tuvo un rechazo frontal por parte de Ecoembes. Tanto, que incluso de forma inexplicable algunos medios de comunicación atacaron la iniciativa de Julià, dirigente de Alianza Verde, con tal de no aplicar ese sistema que amenazaba directamente los beneficios de Ecoembes. No hay que olvidar que más de 200.000 euros al año para los directivos no es una cifra que se pueda ignorar.
Fuentes del entorno del político aseguran que la campaña contra el ecologista fue «brutal». Los ataques consiguieron adormecer el debate hasta el punto de que muchos dudaron sobre si este sistema, que no olvidemos que consiste solo en permitir que se coloquen máquinas de reciclaje en la calle por las que te devuelven algo de dinero, se llegaría a implementar o no. Finalmente, se consiguió introducir en la Ley de Residuos, pero con un alto coste personal para aquellos que estaban convencidos con el hecho de que introducir un método más de reciclaje no era un peligro para la sociedad, solo para las cifras de Ecoembes.