Renfe y Adif se han visto envueltas en críticas este fin de semana, después de que un error garrafal en las medidas de la nueva flota de Renfe retrase la llegada de estos nuevos trenes, al menos, dos o tres años. Situación ante la que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, parece haber apostado por una «caza de brujas» dentro de ambas empresas, evitando así ser señalada como la máxima responsable. Una situación que podría llevar a la ministra a tener que abandonar el Ejecutivo a pocos meses de las elecciones generales.
Sin duda, los viajes en tren se han convertido en una de las grandes salvaciones para la movilidad dentro de España. Y es que, ante el incremento de los precios de los combustibles, muchos han sido los españoles que no han dudado en optar por el tren para desplazarse. Más aún, gracias a las ayudas directas ofrecidas por el Ejecutivo nacional para promocionar este tipo de desplazamientos, y que hacían que muchos ciudadanos pudieran disfrutar de viajes en tren de manera completamente gratuita en estos últimos meses.
Una situación que, sin embargo, ha vuelto a poner en el punto de mira a Raquel Sánchez, responsable del Ministerio de Transportes, así como a su propio departamento. Y es que, a pesar de los incentivos del Gobierno de España de cara al uso del tren, lo cierto es que muchas líneas siguen teniendo dificultades para cumplir con el servicio. Algo que sufren, por ejemplo, los ciudadanos de Extremadura o de Valencia, con constantes problemas de circulación que, a pesar de las críticas, siguen sin tener una solución por parte del ministerio de Raquel Sánchez.
RAQUEL SÁNCHEZ CARGA CONTRA ADIF Y RENFE
Sin embargo, han sido los trenes de cercanías de las comunidades autónomas de Asturias y Cantabria las que, especialmente, se han convertido en un nuevo «quebradero de cabeza» para la ministra de Transportes. En concreto, la obtención de hasta 31 nuevos trenes por parte de Renfe y de Adif. Trenes que, sin embargo, tenían un grave error en los gálibos, lo que hacía que las vías actuales no soportarían los trenes encargados, ya que son más grandes de lo permitido por las vías de circulación de Renfe. Algo que hará que no sea hasta dentro de aproximadamente tres años que se puedan entregar finalmente estos trenes, aumentándose así la fecha inicial de entrega, prevista para antes de octubre de 2024.
Una situación ante la que la reacción de Raquel Sánchez era prácticamente inmediata. Así pues, la ministra de Transportes no tardaba en aparecer ante los medios de comunicación para informar de que habría «ceses inminentes» para «asumir responsabilidades» ante esta situación.
«En las próximas horas se van a producir esos ceses, y por lo tanto, daremos las explicaciones en ese momento» destacaba Sánchez, que encargaba una auditoría a Adif y Renfe para conocer «con todo detalle» lo sucedido. Unos ceses prometidos por la ministra de Transportes que no tardaban en llegar, siendo este lunes cuando Adif cesaba al jefe de Inspección y Tecnología de Vía, mientras que Renfe hacía lo propio con el responsable de Gestión de Material.
Ceses entre los que, sin embargo, no parece que se vaya a producir la dimisión de la ministra de Transportes, como máxima responsable de todos los sucesos y gastos que se puedan producir en las infraestructuras nacionales. Y es que parece que Raquel Sánchez prefiere apurar los meses que quedan de legislatura, buscando una «caza de brujas» lejos de su administración, que le permita mantenerse en el cargo a pesar de la polémica generada por estos trenes sobredimensionados.
«ROBO DE COMPETENCIAS» DENTRO DEL EJECUTIVO
Movimientos de Raquel Sánchez dentro de su propio ministerio que parecen demostrar que la socialista está más que dispuesta a mantenerse dentro del Ejecutivo hasta el fin de la legislatura. Un plan que podría incluir un nuevo cargo político dentro del equipo de Pedro Sánchez, de ganar el socialista las próximas elecciones generales de 2023.
Y es que la ministra no sólo no ha dudado en disolver culpas sobre la situación de los trenes, sino que tampoco ha dudado en estos últimos meses de «absorber competencias» dentro del Ejecutivo nacional, ya sea por falta de límites ministeriales, o bien por querer mostrar su valía de cara al presidente del Gobierno.
Así pues, tal y como informaba Moncloa.com recientemente, Raquel Sánchez no tardaba en absorber competencias como «portavoz» del Gobierno, sino también otras funciones, como las de la ministra de Justicia, Pilar Llop, a la que «sustituía» en la entrega de despachos a los 171 integrantes de la LXXI promoción de la Carrera Judicial y a la XXII promoción del cuarto turno, que tenía lugar en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona. Un evento al que no acudía la titular de Justicia, pero sí la ministra de Transportes, mostrando su clara intención de ganar protagonismo. Eso sí, siempre y cuando sea de cara a favorecer su futuro dentro de la formación dirigida por Pedro Sánchez.