Formar parte de una familia real puede parecer un auténtico cuento de hadas para muchos. Y en realidad, puede que sea así en muchos sentidos. Los privilegios de formar parte de ella están fuera de toda duda, pero también sus inconvenientes. Dar una imagen acorde a tan alta posición social es también una obligación que gran cantidad de personas no soportarían. Resulta difícil saber qué se le pasará por la cabeza en muchas ocasiones a gente como la princesa Leonor, pero de lo que no cabe duda es que los protocolos impuestos por su madre, la reina Letizia, y la propia Casa Real no son lo que se dice pocos.
En este artículo repasamos algunos de ellos, desde los más evidentes a otros capaces de sorprender incluso a los más versados en asuntos reales.
6Las limitaciones de ser princesa
¿Cómo se divierten la mayoría de jóvenes hoy en día? Responder a esta pregunta sería sencillo cuando se habla de chavales “normales”. Muchos pasan su tiempo viendo la televisión (sobre todo cuando son niños), y luego se entretienen con internet, los aparatos electrónicos y, hoy más que nunca, las redes sociales.
Estamos convencidos de que muchos padres son reacios a que sus retoños pululen demasiado por redes sociales, por motivos evidentes. La falta de privacidad y la facilidad con la que muchos jóvenes muestran su rutina diaria no es del gusto de todos. Pero incluso así sucede. En el caso de alguien como la princesa Leonor, lógicamente, esto está terminantemente prohibido. Incluso el tema de la televisión o internet está restringido para ella. O al menos así ha sido durante años.