En el PSOE están nerviosos, pero no todos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sabe perfectamente que necesitará a ERC si tiene que gobernar tras las próximas elecciones. El problema es que en el partido ha corrido como la pólvora una información que inquieta a la mayoría de los socialistas. La idea de que Moncloa ha prometido a Gabriel Rufián y los suyos que habrá un referéndum en Cataluña por la independencia ya no es un futurible, sino una promesa, según fuentes del PSOE, que se traslada a la próxima legislatura. Y que el PSOE haya votado en contra de rechazar la celebración de esta consulta en Cataluña ha sido la primera “evidencia” que tienen los propios socialistas de esta intención del presidente del Ejecutivo.
No es solo mérito de ERC y de la presión que ha conseguido lanzar sobre los socialistas en el Gobierno. También es mérito de Unidas Podemos, muy permeable a estas peticiones de los independentistas, y del propio PSC, un subvertido dentro del PSOE que tiene una sensibilidad nacionalista muy marcada y conocida por absolutamente todos los dirigentes del PSOE. Ahora mismo, el presidente del Gobierno está en una fase de abonar el terreno para las próximas elecciones. Sabe que necesitará no solo el apoyo de ERC, sino también el de la izquierda y el de otros grupos nacionalistas que empatizan con la idea de celebrar un referéndum en Cataluña o en cualquier parte de España.
El PSC es el encargado de ejercer la presión interna y el que ha conseguido que el PSOE vea con buenos ojos el celebrar este referéndum. En el Partido Socialista tienen claro que Pedro Sánchez ha pactado con los independentistas el celebrar esta consulta en la próxima legislatura a cambio de una investidura, pero los encargados de hacer saber este trato no han sido precisamente emisarios de la Moncloa, sino directamente los propios integrantes del PSC, empezando por su secretario general, Salvador Illa. ERC, de hecho, solo ha sido un mero interlocutor final para este asunto. El trabajo duro se hizo entre bambalinas.
Ahora la promesa es tan firme que el PSOE se ha significado en el Congreso de los Diputados con una votación que básicamente pedía prohibir la celebración de un referéndum en Cataluña. El PSOE básicamente ha votado en contra y ha dejado entrever en forma de prueba lo que hasta ahora era un secreto a voces dentro de la formación. Todo el partido en bloque ha sido obligado a votar que no. Nadie en la formación se ha parado a debatir el tema porque lo peor de todo es que ha sido una decisión tomada directamente desde arriba.
La buena sintonía entre el PSOE y ERC es una vieja conocida y una constante que no se ha roto por la forma en la que Gabriel Rufián ha atacado al Gobierno. Sin embargo, el trabajo previo realizado por el PSC ha sido clave. El nacionalismo de esta delegación territorial del PSOE en Cataluña se ha acentuado hasta el extremo de que ya hablan (incluso el propio ministro de Cultura, Miquel Iceta) de que la consulta se hará sí o sí. También hay que destacar que Unidas Podemos, muy sensibilizado con este asunto, ha ejercido más de una vez de intermediarios con los propios socialistas para ver cómo encauzar este asunto de la celebración de un referéndum. Ahora se hará, o al menos es lo que ha prometido un Pedro Sánchez que va a la baja en las encuestas y que tiene claro que necesitará a todos los partidos nacionalistas para sacarlo adelante. La consulta está prometida, ahora solo queda que sumen los apoyos necesarios para llevarlo a cabo. Pero en el PSOE no están precisamente entusiasmado con la idea. “Nos van a dar hasta en el carnet de identidad”.