En el marco del continuo refuerzo de las capacidades de la defensa aérea de las Reales Fuerzas Armadas de Marruecos, se estaría negociando la adquisición de parte de los aviones de combate franceses Mirage 2000, que actualmente opera la Fuerza Aérea de Emiratos Árabes Unidos (EAU), compra a la que se podrían también sumar sistemas de aeronaves remotamente tripulados, misiles antiaéreos.
Marruecos se está convirtiendo poco a poco en una potencia militar regional y mundial, que basa buena parte de su efectividad en una fuerza aérea moderna, como es su Real Fuerza Aérea (RFA), que debidamente apoyada por sistemas antiaéreos, logre el necesario efecto disuasorio ante sus potenciales enemigos.
En un contexto de tensiones en la región, y con una fronteriza Argelia también metida en la carrera armamentística, muy recientemente el Instituto Marroquí de Análisis Político o Institut Marocain d’Analyse Politique (MIPA) ha publicado un completo documento firmado por el investigador Francesco Macci, destaca nuevas adquisiciones y los pedidos en curso. El fortalecimiento de la RFA mediante la adquisición de nuevas armas y tecnologías se explica en parte por razones económicas, pero sobre todo por razones estratégicas, cuyo carácter es defensivo y ligado al mantenimiento de la estabilidad y el equilibrio militar en la problemática región, que es el Magreb.
Una de los puntos más interesantes que revela el documento es que se espera recibir aviones Mirage 2000 procedentes de la Fuerzas Aérea de los EAU. En los años ochenta del pasado siglo está pujante nación del Golfo Pérsico, gracias a los ingresos de los hidrocarburos que exporta, encargó a la empresa estatal francesa Dassault Aviation un primer lote de 22 monoplazas Mirage-2000 de la variante de caza EAD, 8 de reconocimiento RAD y 6 biplazas para el entrenamiento, aunque también mantienen la capacidad de combate, DAD.
Posteriormente llegarían más encargos con lo que actualmente dicha aviación de combate cuenta con cerca de 60 de estos cazabombarderos, con los que equipa tres Escuadrones, aunque ya desde la pasada década se empezó a buscar un sustituto de éstos, cuya primera opción era el avión de combate de 5ª generación norteamericano Lockheed Martin F-35A. La posibilidad de la operación se fraguó en los acuerdos de Abraham, firmados el 15 de septiembre de 2020 entre Israel, EAU y Baréin, en una ceremonia apadrinada por el presidente estadounidense Donald Trump, mediante el cual dichas naciones árabes reconocieron al Estado de Israel. Además, en este marco diplomático auspiciado por el Departamento de Estado de Washington, también se normalizaron las relaciones entre Israel y Marruecos, según se anunció el 10 de diciembre de aquel año. Aunque, finalmente el lobby judío en Washington logró bloquear la venta de los F-35A a los EAU, por lo que finalmente en diciembre de 2021 los emiratíes optaron por comprar 80 Dassault Aviation Rafale, mediante un acuerdo de Estado a Estado, firmado en Dubái por parte del presidente Macron, y el príncipe de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed. Así según lleguen los Rafale se irán sustituyendo sus “hermanos” de factoría, por lo que estos podrán enajenarse a un tercero, que según la información del MIPA sería el Reino alauita.
Una de las ventajas de hacerse con estos aviones de combate, es que la FAR cuenta desde hace muchas décadas con una flota de Mirage F-1 del mismo fabricante francés, de los que parte fueron modernizados al estándar MF2000, con sistemas y la aviónica de los Mirage-2000, lo que facilitará mucho la conversión de las tripulaciones y su sostenimiento/mantenimiento.
Otras adquisiciones en curso mencionadas en el documento MIPA incluyen: cuatro sistemas de aviones remotamente tripulados o Remotely Pilotes Aircraft Systems (RPAS) MQ-9B Sea Guardian, equipados con municiones guiadas por láser y GPS; el sistema antimisiles Barak MX, fabricado por Israel Aerospace Industries (IAI), del cual se recibió un prototipo en enero, Se espera también los drones kamikaze Harop de la empresa israelí IAI lleguen a finales de febrero; Marruecos también cuenta con trece RPAS de combate Bayraktar TB2 de Turquía, de los que ha pedido seis más. El reino alauita también ha encargado el sistema de defensa tierra-aire VL MICA a la empresa francesa MBDA en virtud de un contrato de 192 millones de dólares.
El aumento de sistemas de armamento conduce obviamente a una mucho mayor inversión en el costo de los ciclos de vida de este equipo, que tradicionalmente los países africanos contrataban a los suministradores, que lo realizaban mayoritariamente en los países de origen de éstos. Con el fin de racionalizar este gasto y crear un tejido industrial en este campo, Marruecos tiene la intención de fortalecer el sector de mantenimiento, reparación y producción de aeronaves, incluidos los RPAS, para reducir su dependencia de las importaciones y posiblemente abrirse a las necesidades de las naciones de la zona y las exportaciones. El gasto militar en Marruecos desde el inició de la década no ha hecho más que aumentar, aumentando un 4,3 % interanual desde 2020. Sin embargo, esto no es suficiente para igualar el nivel de sus vecinos, Argelia, que invierte alrededor del 5,5 % de su producto interior bruto (PIB).