Las lámparas que se utilizan en salones de belleza para el secado de las uñas y la obtención de semipermanentes o uñas de gel podrían ser peligrosas.
Los rayos UV que emiten estas lámparas tienen el mismo efecto sobre la piel que las lámparas de bronceado. Aunque no existe todavía, evidencia científica que relacione el uso de estas lámparas con el desarrollo de cáncer de piel, empiezan a darse casos en los que sí se relacionan.