¿Eres de los que va a un bar y pregunta por las patatas bravas? ¡Pues bienvenido al club! Es un aperitivo que gusta al 99,9% de los mortales y es imposible estar de mal humor cuando tienes este plato delante. Pero, oye, que no tienes que esperar a irte de copas o pasar por el bar de la esquina para comerlas. Es posible que las hagas en tu casita solo o sola y con compañía. Te traemos una receta para chuparse los dedos del mismísimo José Andrés. Los chefs de tu barrio van a echarse a temblar después de esto.
7Forma correcta de cocinar las patatas
La receta de las patatas bravas no sería absolutamente nada sin las patatas, de ahí su nombre. Aunque pueda parecer fácil hacer patatas fritas, no lo es tanto y en ellas está la clave para que su sabor pase de estar bueno a exquisito. Ponemos aceite de oliva en una sartén grande y profunda cuya temperatura ascienda a 135 grados. Ponemos las patatas y freímos de forma lenta hasta que las veamos blancas. Cortamos antes de que cambien de color. Eso te tomará entre 8 y 10 minutos. Retiramos, usando una espumadera, y las ponemos en un plato con papel de cocina. Subimos la temperatura del aceite a 180 grados, ponemos las patatas y freímos hasta que las veamos crujientes y doradas. Volvemos a escurrir y les ponemos sal. Por último, colocamos la salsa y ¡voilá! El plato del siglo a tus pies.