¿Eres de los que va a un bar y pregunta por las patatas bravas? ¡Pues bienvenido al club! Es un aperitivo que gusta al 99,9% de los mortales y es imposible estar de mal humor cuando tienes este plato delante. Pero, oye, que no tienes que esperar a irte de copas o pasar por el bar de la esquina para comerlas. Es posible que las hagas en tu casita solo o sola y con compañía. Te traemos una receta para chuparse los dedos del mismísimo José Andrés. Los chefs de tu barrio van a echarse a temblar después de esto.
6Patatas bravas: cómo hacer la salsa
Para hacer la salsa que va en las patatas bravas, el primer paso es cortar el tomate por la mitad de forma longitudinal. Rallamos las partes cortadas en los agujeros grandes de un rallador plano o de caja. Presionamos la carne rallada mediante un colador grueso. Deberían salir por lo menos unos 340 gramos de puré de tomate. Ponemos aceite de oliva en una sartén mediana y ponemos fuego lento. Ahí ponemos puré de tomate, azúcar, hoja de laurel, pimentón y cayena. Cuando ya tengas todos los ingredientes puestos, subimos la intensidad al nivel medio y seguimos cocinando hasta que veamos que baja un cuarto y se torna de un rojo intenso por 10 minutos. Quitamos del fuego, ponemos vinagre y ponemos la sal que creamos conveniente. Reservamos esta preparación para después.