¿Eres de los que va a un bar y pregunta por las patatas bravas? ¡Pues bienvenido al club! Es un aperitivo que gusta al 99,9% de los mortales y es imposible estar de mal humor cuando tienes este plato delante. Pero, oye, que no tienes que esperar a irte de copas o pasar por el bar de la esquina para comerlas. Es posible que las hagas en tu casita solo o sola y con compañía. Te traemos una receta para chuparse los dedos del mismísimo José Andrés. Los chefs de tu barrio van a echarse a temblar después de esto.
5Empezamos a cocinar el plato de nuestros sueños
Cogemos líquido de garbanzos de bote, tres dientes de ajo medianos, una cucharadita de zumo de limón recién exprimido, sal y 300 ml de aceite de oliva antes de empezar. Comenzamos cociendo el líquido de los garbanzos 15 minutos hasta que ya esté hervido y se reduzca, retiramos del fuego para se enfríe del todo. Ponemos el líquido en el vaso de la batidora y agregamos ajo, zumo de limón y sal batiendo a baja velocidad hasta que quede el ajo picado muy fino. Vamos incorporando poco a poco el AOVE. No te precipites a querer echarlo todo antes porque corres el riesgo de que la salsa no emulsione como tiene que hacerlo. Cuando ya esté bien puesto el aceite, solo queda sazonar el alioli con sal.