¿Eres de los que va a un bar y pregunta por las patatas bravas? ¡Pues bienvenido al club! Es un aperitivo que gusta al 99,9% de los mortales y es imposible estar de mal humor cuando tienes este plato delante. Pero, oye, que no tienes que esperar a irte de copas o pasar por el bar de la esquina para comerlas. Es posible que las hagas en tu casita solo o sola y con compañía. Te traemos una receta para chuparse los dedos del mismísimo José Andrés. Los chefs de tu barrio van a echarse a temblar después de esto.
3Unos orígenes que no todos tienen claros
Con respecto a la polémica que hay alrededor del plato, advirtió que dicen que la “versión original procede de Madrid, donde juntaban caldo sobrante del cocido con pimentón picante para cubrir en salsa grandes trozos de patatas fritas”. “Desde entonces, la receta ha evolucionado en todo tipo de direcciones: aceite de pimentón, salsa rosa, reinterpretaciones modernas. Me gusta la forma como preparan las bravas los catalanes, con una cantidad generosa de alioli sustituyendo la salsa roja picante”.